Solo el amor nos salvará (tercera parte)

Capitulo 522

Narra Gaby

+ No te escapes más, bicho.

Le pido cansado a Lucía que corre desnuda por la casa y con el pelo aún mojado tras el baño.

+ Ven aquí que te pongo el pijama.

= No.

+ Vas a coger frío, Lu.

Me mira llena de picardía. Le valen mis argumentos.

= Mami poner pijama a mi, no tu.

+ Mami está descansando, cielo.

Malú lleva tres días en que casi no se levanta de la cama por orden de su ginecóloga. Tres días en los que Lucia está empeñada en que todo lo haga su madre.

- Tráela aquí.

Grita desde nuestra habitación.

= Mami.

Se echa a correr y salta brusca en nuestra cama. Le cedo el pijama a Malú y observo apoyado en la puerta como paciente consigue vestir a la enana que no deja de moverse dificultando la misión.

Narra Malú

- ¿Te las llevas?

Pido a Gaby en un susurro. Las niñas insistieron en dormirse aquí conmigo y no he podido negarme. Empiezan a resentir mi reposo y no queremos que eso pase. A Sofía le queda aguantar dentro un poco más de un mes, y eso solo dependerá de que yo no me mueva.

+ Sí.

Primero coge a Cami que se remueve algo incomoda y luego lo hace con Lucía.

P: ¿Cómo te encuentras, mi niña?

Se interesa.

P: No tienes buena cara.

Mamá se ha instalado con nosotros. Necesito de su ayuda cuando Gaby no está y en caso de tener algún susto que nos obligue a correr al hospital de noche, contamos con ella.

- Cansada.

Me encojo de hombros sin saber que nombre ponerle al derroche de sentimientos que conviven en mi interior.

- Me siento inútil.

Confieso. No me gusta que otros tengan que hacer las cosas por mí.

- Y nerviosa.

Acabo reconociendo.

P: Ya pasará.

Promete.

P: Lo importante es que te cuides y le quitemos las prisas a esta niña.

Fija los ojos en mi abultado vientre.

- Ya.

Le doy la razón con desgana.

P: Bueno, ¿y qué, Melendi va a pasarse?

- Mañana. Está liado con los ensayos.

Le enseño el mensaje que me envió hace un rato. Una foto en el escenario. Agradezco que quiera hacerse un tiempo para venir a visitarme. Echo de menos las largas charlas con mi mejor amigo.

P: Descansa, cariño.

Deja un beso en mi frente.

P: Buenas noches, Gaby.

Se despide también de su yerno, que recién entra a la habitación.

+ Tienes carucha.

Comenta sin esperar que sus palabras sean el detonante de mis lágrimas. ¡Joder, otra vez no!