Capitulo 568

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Narra Malú

El llamado de nuestra hija nos obliga a separarnos a regañadientes. Maldigo en silencio. ¿Acaso el mundo conspira en nuestra contra?

A: ¿Mamá?

Insiste desde su habitación.

- ¿Qué pasa, Alba?

A: Solo quería saber si estabas mejor.

Se asoma fijando su mirada en nuestros labios hinchados. Aún siento el sabor de Gaby en mi boca.

A: Lo siento.

Se disculpa, volviendo sus pasos apresurados y cerrando la puerta tras de sí.

- Joder.

Alego debatiéndome entre ir a agradecer su ayuda y preocupación, y a explicar que no es lo que cree, pero mi calentón es más grande que nuestra casa, y opto por volver a lo nuestro. Ya nos ha pillado y de nada sirve negar lo evidente.

- Follame antes que un meteorito se estrelle contra nosotros.

Ordeno autoritaria haciéndole explotar en una carcajada.

+ Exagerada.

Atrapo sus labios entre los míos. No vamos a correr riesgos.

La ropa nos sobra desde antes de alcanzar nuestro dormitorio. Nada más entrar en él, Gaby me acorrala contra la pared, dejando húmedos besos que bajan desde mi boca hasta la clavícula, robándome suspiros y gemidos con cada roce de sus manos que estremecen todo mi cuerpo.

- Joder.

Gruño cuando uno de los botones de su camisa se me resiste. Mi camiseta ya adorna el suelo y cuando me declaro ganadora en aquella estúpida batalla con la prenda, no tarda en hacerle compañía.

+ Te... quiero.

Expresa con dificultad. Creo que ambos estamos perdiendo la cordura demasiado pronto. No llego a darme cuenta cuando mis pantalones y los suyos también están fuera de combate y le siento arrastrar mis bragas con delicadeza mientras que su lengua ataca mi centro de placer con la actitud contraria. Dios mío, me tiemblan las piernas y tardo solo algunos segundos en percibir esa maravillosa corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo.

Cuando mi respiración está un poco menos alterada le empujo a la cama. Es mi turno de devolverle un poquito de todo ese placer que tanto me ha llenado.

Me tumbo sobre su anatomía, sin dejar de besarle. Un suspiro se me escapa en su boca cuando me empuja más hacia él, pero ya he decidido que ahora el mando lo llevo yo y me remuevo sobre su cuerpo hasta atrapar su miembro con una de mis manos consiguiendo sus jadeos como única respuesta.

Se deja hacer poniendo los ojos en blanco, hasta que en un ágil movimiento nos gira, quedándose sobre mi.

+ No puedo más.

Se expresa con dificultad.

+ Voy a correrme.

Atrapo sus mejillas con mis manos y vuelvo a fundirnos en otro apasionado beso que nos deja sin aire.

+ Te amo, Malú.

Promete hundiéndose en mi. Soy incapaz de decir nada, por lo que lo acobijo entre mis piernas, perdiéndome en el vaivén de sus caderas, en una coreografía perfecta que nos lleva juntos a las puertas del mismísimo paraíso.

- Yo también te amo, cariño.

Murmuro en su oído cuando nuestras respiraciones por fin se han acompasado. Beso sus labios y nos encuentro empezando un segundo asalto.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora