Solo el amor nos salvará (tercera parte)

Capitulo 531

Narra Gaby

Observo a Malú algo distraída. Juega con el tenedor esparciendo la comida por el plato sin apenas llevarse algún bocado a la boca y suspira incómoda intentando disimular. Además se remueve inquieta.

+ ¿Tan mal ha ido con Dana?

Susurro para que sea la única que pueda escucharme. El barullo que hacen mis hijas con sus primos ayuda a mantener la privacidad de nuestra improvisada charla "a solas".

- No, está todo perfectamente entre nosotras.

Sonríe cansada.

+ ¿Qué te pasa?

Pregunto directo.

- No me encuentro muy bien. Creo que mejor voy al sofá un rato.

Se levanta, y camina pesarosa. Con sus manos apoyadas en la enorme barriga que acuna a nuestra hija.

Me es imposible apartar la mirada de ella, en ese corto camino que tan solo serán unos pasos desde la mesa hasta el salón.

Su retirada no pasa desapercibida para nadie, menos para los niños, que ríen a carcajadas con el ingenuo comentario de Camila, mientras su madre se queda inmóvil, aún de pie.

~ Mami, te hiciste pipí.

Se lleva las manitas a la boca, ocultando la risa inocente que se le escapa.

+ ¡Mierda!

Exclamo. O creo hacerlo, me he puesto tan nervioso que no estoy seguro si he llegado a pronunciar la palabra.

- He roto aguas.

Murmura clavando sus ojitos aterrados en mí, que me quedo empanado, sin saber como reaccionar.

L: Espabila hombre.

Mi hermano chasquea sus dedos delante de mi cara, sacándome del letargo.

+ Vamos al hospital.

Me acerco a ella, que clava sus uñas en mi brazo adolorida. Acaricio el bajo de su espalda dándole apoyo, y sin soltarla, nos guío hasta el coche. No sin antes despedirnos de nuestras hijas y de agradecer a mis padres que se ocuparán de ellas.

S: Mantennos al tanto.

Pide mi progenitor.

- Llama a mi madre, la necesito conmigo.

Sentada en el asiento del copiloto me cede su móvil, llevándose sus manos a la tripa.

- ¡Ay!

Se queja presa del dolor, respirando pausadamente, como practicamos varias veces en el curso de pre parto. Sofía ya viene.