Capitulo 521

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Narra Malú

- Lo siento.

Me disculpo al notar que mis lágrimas han mojado su camisa. Ni sé cuánto tiempo llevo llorando refugiada en el. No he podido dejar de hacerlo hasta sentir que he conseguido liberar toda la tensión que me atormenta desde hace semanas.

El contesta besando mi mejilla empapada. Lo hace suave. Lleno de dulzura.

- No vuelvas a dejarme.

Le ruego.

+ Jamas lo haré.

Promete.

Nos miramos en silencio y yo me pierdo en esos ojos verdes que me enamoraron desde el primer momento.

+ Túmbate.

Me pide empujándome hacia atrás con delicadeza. Apoyo mi cabeza en la almohada y deja un pico fugaz en mis labios, para poder bajar hasta mi vientre. Levanta su sudadera que me cubre y luego deja un beso más intenso en mi tripa. Sé que ahora viene un monólogo de esos que tanto me gustan.

+ Sofi, soy papá, princesa.

Le dice buscando que nuestra pequeñita recuerde su voz. Parece hacerlo porque no tarda en moverse, provocando la sonrisa boba de ambos.

+ Te he echado de menos.

Acaricia su manita que sobresale de mi barriga por un segundo debido al movimiento.

+ Tenemos muchas ganas de conocerte, bichito.

Le cuenta.

+ Pero tú llevas mucha prisa, ¿eh? Y no queremos que sea antes de tiempo. Mira que todavía se está muy bien en la tripita de mamá.

Otra caricia. Esta vez solo en mi barriga.

+ Ya veo yo que vas a ser un culo inquieto como ella.

Se gana un suave manotazo de mi parte.

- No soy un culo inquieto.

Protesto haciéndole reír irónico. Es negar lo imposible. Ni yo me creo mis palabras.

+ Me hace mucha ilusión que te parezcas a ella.

Habla más bajito, diría que tímido, sin querer que yo escuche esta parte de aquella charla entre padre e hija.

+ Porque es todo lo perfecta que alguien puede llegar a ser.

Sonrío enternecida, aunque me muero de vergüenza.

+ Es muy guapa.

Le cuenta.

+ Inteligente y atenta.

Susurra.

+ Increíblemente sensible.

Continúa contándole a nuestra hija como me ven sus ojos.

+ Y tiene el corazón más grande de todo el mundo, Sofi... mamá es la persona más buena que conocerás nunca.

Joder, intento que las lágrimas me den tregua, pero Gaby no me lo pone nada fácil.

- Basta.

Le pido entre sollozos. Tirando de su pelo para tenerle cerquita.

Me besa y vuelve a la altura de nuestra bebé.

+ También es un poquito celosa y se me está enfadando porque llevo un rato charlando contigo y no con ella.

Murmura gracioso, haciéndome reír.

- Mira si serás tonto.

+ Y agresiva.

Le dice cuando siente el guantazo que se ha ganado.

+ Pero tú no te preocupes, que eso es sólo conmigo... a ti va a cuidarte más que a sí misma.

Asegura orgulloso.

+ Yo también voy a hacerlo.

Promete.

+ Intentaremos protegerte de todo y hacerte muy feliz, pequeñita.

Vuelvo a emocionarme.

+ No tengas miedo, estamos aquí, tejiendo alas para ti.

Canturrea cambiando la letra de la canción.

+ Solo te pido que no tengas prisa, ¿vale, amor?

Vuelve a dejar un beso en mi abultado abdomen y regresa a mi altura.

+ Ven aquí, llorica.

Me envuelve con sus brazos.

+ Ya veras como al final vas a quejarte porque decide que está muy cómoda aquí dentro.

- Ojalá.

Suspiro con miedo. Eso es algo que Gaby no puede prometerme.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora