P: ¿Vas a contármelo?
Inquiere mi madre, haciéndome levantar la vista del plato a sus ojos.
P: Imagino que no me habrás hecho venir para que te mire jugar con el tenedor en el puré.
- No tengo hambre.
P: Eso ya lo veo. ¿Por qué?
- Soy una mala persona.
Confieso.
P: ¿Qué tonterías dices?
- Ayer le pedí a Gaby que regrese a casa.
Bajo la mirada algo avergonzada.
- Ya no puedo más, mamá.
Me rompo.
- Estoy de siete meses, Lucia se porta fatal, el susto de muerte que me dio ayer Danka, las hormonas... No lo sé, el cúmulo de todo, no puedo sola.
Sollozo.
P: ¿Qué ha pasado con Danka?
- Se me cayó la lejía y no tuvo mejor idea que lamer el suelo.
Le cuento asumiendo que entenderá la angustia que sentí. Por suerte fue solo un susto y aunque nos pasamos la mañana en el veterinario, volvimos a casa con mi gorda perfecta.
P: No me habías dicho nada.
Me encojo de hombros.
- Necesito a Gaby conmigo.
P: Eso no te hace mala persona, mi niña.
Asegura comprensiva.
P: Has aguantado lo que has podido, y tú conoces tus límites.
- Es que justo hoy viene Erika y me agradece por permitir que el esté allá, ayudando a su hija.
Vuelve ese nudo en la garganta que tantas veces he sentido estos días.
P: Estoy segura que no buscaba manipularte, Malú.
- Claro que no.
Me apresuro a responder.
- Pero es que me siento egoísta.
P: No lo eres.
- Mamá, si a las chicas les pasara algo, yo daría todo por poder ayudarlas. Erika es una madre desesperada sin poder ser ella la que acompañe a su hija en el momento más duro de su vida.
Reflexiono.
- No puedo permitir que Gaby la deje si Dana lo necesita.
Recapacito y me levanto dispuesta a llamarle antes de escuchar lo que mi madre tenga para decir.
+ Pequeña.
Su voz dulce al cogerme la llamada me inunda los ojos otra vez. Le echo tantísimo de menos.
- No cambies el boleto... Quédate lo que haga falta.
Me ahorro los saludos.
+ Ey, mi amor. ¿Qué ha pasado?
- No podría perdonarme que Dana hiciera alguna locura, si te necesita debes estar con ella.
Renuncio a mi pedido de hace menos de 24 horas.
+ Tu también me necesitas.
Mi mentón empieza a temblar. ¿Cómo insistir en que haga lo correcto cuando todo mi ser quiere suplicarle que regrese a mi lado hoy mismo?
- Estaré bien.
Prometo con un hilo de voz.
- Es solo que me haces falta.
+ Y tú a mí, bonita.
Puedo oírle sonreír.
+ ¿Sabes que tienes el corazón más grande del mundo?
- Lo tienes tu.
+ No, tú.
- Mi corazón... lo tienes tú, es tuyo.
+ Cielo...
Rompo a llorar. Jamas pensé que un viaje de dos semanas me vendría tan grande.
Que pensáis?? Gaby se quedará en Londres o regresará antes a Madrid?
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Solo el amor nos salvará (tercera parte)
FanfictionNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia, pero es la misma (primera y segunda parte en el perfil). Espero que os siga gustand...