Solo el amor nos salvará (tercera parte)

Capitulo 578

Cuando entro a nuestra habitación tras un largo día lleno de emociones me encuentro a Malú sentada sobre la cama. Sostiene un vaso de Coca Cola entre sus manos, pero lejos de beber de él, pasea la yema de su dedo índice por el borde. Su mirada está ausente y sobre la almohada, a su lado, reposa una foto con Vero, de cuando eran dos crías.

+ Ya se han dormido.

Reclamo su atención.

- He estado pensando.

Me siento a su lado, en silencio, dispuesto a escucharla.

- Me preocupa Vero.

No se viene con rodeos.

- Asier no está bien, y con lo que además pasó hace poco...

Hace referencia al aborto espontáneo que tuvo su mejor amiga. Aunque no era un bebé buscado, fue un mal trago más. Llevan varios, pobres.

- Necesito irme a Valencia unos días... A acompañarla.

Suelta la bomba.

+ Está bien.

Acepto tras unos segundos en silencio reflexivo. No soy quien para negarme, desde que las conozco se han apoyado en todo, y sé por lo que me cuenta Malú, que desde mucho antes es así. Será más difícil ocuparme de todo aquí, pero nos apañaremos, solo serán algunos días.

- ¿Si?

+ Bonita, si tu corazón te dice que es lo que tienes que hacer, pues a ello.

Besa mis labios soltando el aire que no sabia que llevaba reteniendo.

- ¿No te enfadas?

+ ¿Por qué iba a hacerlo?

Se encoge de hombros, y vuelve a acortar la distancia que nos separa.

- Voy a hacer la maleta.

Se incorpora ágilmente.

- Y tengo que llamar a Vero para avisarla.

Coge algo de ropa del armario y la va dejando sobre la cama, mientras repasa una lista mental de tareas que ya venía maquinando al surgirle la idea.

- Le pediré a mi madre que te eche una mano.

Asegura.

+ No es necesario, estaremos bien.

Recojo a Sofi de su cuna. Empieza a removerse incomoda.

- A ella me la llevo.

Aclara.

- No me he sacado leche para dejarte.

Explica el motivo. Será lo mejor. Aún es muy pequeñita para tenerla tantos días lejos de su madre.

- Y mañana llevo yo a las nenas al colegio, así me despido.

Habla atropelladamente y apurada. Sé que para ella será tan difícil como para las pequeñas estar lejos.

- Hablaré con Alba cuando regrese esta noche.

+ ¡Hey!

La cojo de la muñeca con suavidad. Luego con mi mano atrapo su mentón, obligándola a mirarme.

+ Que te calmes culo inquieto. Estaremos bien.

Aseguro.

+ Tu haz lo que tengas que hacer para estar con Verónica.

Si va a irse, no quiero que lo haga con culpa.

- Gracias.

Una sonrisa tímida tira de la comisura de sus labios.

+ Y creo que la despedida más importante es la que tendrás conmigo.

La miro con picardía. Encendiéndola enseguida. Devuelvo a Sofía a su cuna, y me acerco a Malú, dando rienda suelta a una noche de pasión que acaba como a nosotros más nos gusta.

Seguimos desnudos, cuando los silenciosos pasos de Alba hacen crujir las escaleras.

- ¡Joder!

Exclama buscando alguna prenda que cubra su desnudez.

- Vístete rápido.

Me tiende la camiseta que adornaba el suelo a su lado de la cama.

- Vendrá aquí. Le he dicho que me despierte al llegar...

A: Mamá.

Susurra dando unos suaves golpecitos en la puerta.

+ Mierda...