Capitulo 497

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Salgo de la ducha y me envuelvo en el albornoz. Tengo frío, aunque lo que me hace falta son sus brazos, no abrigo. En el espejo empañado puede verse una lagrimilla rebelde que ha conseguido escapar y que el filo de mi mano no tarda en interceptar.

Creo que bajaré a por un vaso de leche y luego voy a meterme en la cama a ver alguna serie esperando su mensaje. No tardará en llegar a Londres y después de hablar con él pienso dormir, o intentarlo, rogando que el insomnio no me juegue una mala pasada.

A: Hola, mamá.

- Cielo, ¿Qué haces aquí tan pronto?

No serán más de las 10. Demasiado temprano para tenerla en casa un viernes, sin amigas y sin su chico.

A: Pensé que estarías triste porque se fue papá y compré helado para que lo acabemos mientras miramos una peli.

Me enseña la tarrina.

A: De chocolate.

- ¡Ay, Alba!

La abrazo totalmente emocionada. No me esperaba este gesto de su parte. Educar a una adolescente no es fácil, pero cuando hace estas cosas me recuerda que todos los esfuerzos merecen la pena.

- Puedes dejarme esto y salir.

Propongo divertida arrancándole el helado. Estará deseando irse de fiesta o pasar la noche con chicos de su edad y no con la pesada de su madre que sufre de mal de amores.

A: ¿Y dejarte todo eso para ti?

Niega graciosa.

A: Si me estás echando, me lo llevo conmigo.

Me reta.

- Ve a por dos cucharas y escoge una peli. Voy a ponerme el pijama y a secarme el pelo.

Dos horas después hemos vaciado la tarrina y lloramos como magdalenas con el final de la película. Nos miramos y explotamos en una carcajada por la imagen. Vaya par.

- ¿No se suponía que querías animarme?

Le recrimino su elección entre risas y lágrimas.

A: Que yo no sabía que era tan triste, jo. Sandra me dijo que era bonita.

Se encoge de hombros. Tenía las mejores intenciones y ha sido un planazo, únicamente el final nos ha dado mucha pena.

- Cuando la vea le reclamo.

Espeto graciosa.

- Oye, en serio muchas gracias, me lo he pasado genial.

Le digo totalmente en serio.

A: Yo también, me apetecía verla hace tiempo y las chicas la vieron una noche que yo salí con Ivan, tú también me has hecho un favor.

Sonríe restándole importancia. Voy a abrazarla cuando nos interrumpe el sonido de mi móvil.

- Cariño.

A: Hola, papá.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora