Salgo de la ducha y me envuelvo en el albornoz. Tengo frío, aunque lo que me hace falta son sus brazos, no abrigo. En el espejo empañado puede verse una lagrimilla rebelde que ha conseguido escapar y que el filo de mi mano no tarda en interceptar.
Creo que bajaré a por un vaso de leche y luego voy a meterme en la cama a ver alguna serie esperando su mensaje. No tardará en llegar a Londres y después de hablar con él pienso dormir, o intentarlo, rogando que el insomnio no me juegue una mala pasada.
A: Hola, mamá.
- Cielo, ¿Qué haces aquí tan pronto?
No serán más de las 10. Demasiado temprano para tenerla en casa un viernes, sin amigas y sin su chico.
A: Pensé que estarías triste porque se fue papá y compré helado para que lo acabemos mientras miramos una peli.
Me enseña la tarrina.
A: De chocolate.
- ¡Ay, Alba!
La abrazo totalmente emocionada. No me esperaba este gesto de su parte. Educar a una adolescente no es fácil, pero cuando hace estas cosas me recuerda que todos los esfuerzos merecen la pena.
- Puedes dejarme esto y salir.
Propongo divertida arrancándole el helado. Estará deseando irse de fiesta o pasar la noche con chicos de su edad y no con la pesada de su madre que sufre de mal de amores.
A: ¿Y dejarte todo eso para ti?
Niega graciosa.
A: Si me estás echando, me lo llevo conmigo.
Me reta.
- Ve a por dos cucharas y escoge una peli. Voy a ponerme el pijama y a secarme el pelo.
Dos horas después hemos vaciado la tarrina y lloramos como magdalenas con el final de la película. Nos miramos y explotamos en una carcajada por la imagen. Vaya par.
- ¿No se suponía que querías animarme?
Le recrimino su elección entre risas y lágrimas.
A: Que yo no sabía que era tan triste, jo. Sandra me dijo que era bonita.
Se encoge de hombros. Tenía las mejores intenciones y ha sido un planazo, únicamente el final nos ha dado mucha pena.
- Cuando la vea le reclamo.
Espeto graciosa.
- Oye, en serio muchas gracias, me lo he pasado genial.
Le digo totalmente en serio.
A: Yo también, me apetecía verla hace tiempo y las chicas la vieron una noche que yo salí con Ivan, tú también me has hecho un favor.
Sonríe restándole importancia. Voy a abrazarla cuando nos interrumpe el sonido de mi móvil.
- Cariño.
A: Hola, papá.
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Solo el amor nos salvará (tercera parte)
FanfictionNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia, pero es la misma (primera y segunda parte en el perfil). Espero que os siga gustand...