Solo el amor nos salvará (tercera parte)

Capitulo 426

Narra Malú

P:  Arréglate un poco hija.

Propone mi madre antes de salir de su casa. Ya me he impacientado y necesito llegar a la nuestra. Espero no joderle la sorpresa a Gaby, pero después de un viaje no pretenderá que me quiera quedar aquí hasta las tantas.

- Miedo me dais.

Hago referencia a su complicidad con mi chico.

P: Es que vas tan desarregla' siempre.

Me regaña con su característico acento andaluz. Lo hace cada vez que encuentra la oportunidad.

- No me apetece.

P: Alejandro me ha dicho que igual se pasa a saludar.

La miro sorprendida.

- Ya, estupendo.

P: Arréglate, pues.

- Me hace ilusión ver a Ale, mamá... mucha, pero no voy a maquillarme por el.

P: ¡Ay, chiquilla!

Se queja, dándose por vencida.

...

- ¿Pero que es esto? ¿Qué hacéis vosotros aquí?

Pregunto con una enorme sonrisa abrazando a Vero. Una mirada fugaz al salón me confirma que muchas de las personas más importantes para nosotros están aquí, y supongo que quien no está, es porque no habrá podido venir. Se lo han currado.

- ¡Dana!

Estrecho a mi cuñada entre mis brazos.

D: Enhorabuena cariño.

- Gracias... ¿y los demás?

D: Se han quedado en Londres, yo he llegado esta mañana y me regreso por la noche.

Vuelvo a abrazarla, agradecida.

Creo que los siguientes 20 minutos me los paso abrazando a gente y recibiendo sus felicitaciones y buenos deseos. Gaby ha reunido a nuestras familias y amigos más cercanos. Mi padre me ha dedicado unas preciosas palabras en el oído que sólo han conseguido emocionarme más si cabe. Además de todo lo bonito que ha preparado mi futuro marido, sin duda le debo a él la relación que lentamente voy reconstruyendo con papá.

• Mi niña mimada.

Alejandro me regala esa sonrisa fraternal llena de orgullo, no tardo en refugiarme en él.

• Está vez si que elegiste bien, Malula.

- Si, ¿eh?

Nunca he buscado la aprobación de los demás con mis novios, pero si me hace feliz que todos aquellos que me quieren aprueban a Gaby. Es que es imposible no que no caiga bien, es un hombre maravilloso, y se le nota.

M: No quiero interrumpiros, pero yo también vengo en busca de un abrazo de la novia del año.

- ¡Melen!

Chillo de alegría al verle.

M: Muchas felicidades, Lumi.

- Gracias, corazón mío.

Le doy dos besos.

- No sabéis la ilusión que me hace teneros aquí.

• Y a nosotros acompañarte en un momento como este.

Poco después de charlar con ellos soy secuestrada por mi chico, que entrelazando nuestros dedos me guía hasta la cocina.

- ¿Cómo has podido organizarlo desde Creta?

+ Lo hice antes, y la loca de tu amiga me ayudó muchísimo.

Admite con una enorme sonrisa.

+ ¿Te gusta?

- ¿Es coña? Ni para mi cumpleaños consigo reunir a tanta gente que quiero.

+ Creí que merecía la pena tener a los nuestros para celebrar la noticia, aunque sea después de un vuelo.

- Claro que si. ¿Te dije alguna vez que te amo?

+ No me lo recuerdo.

- Pues eso, que te amo.

Le beso pausadamente, disfrutando de sus labios.

+ Pequeña, igual podríamos contar también lo del embarazo.

- Las nenas no lo saben.

+ Podemos contarles a ellas también.

- No me parece justo que se enteren así, merecen una charla a solas... Cami.

Me corrijo, ella lo merece, Lucia no va a enterarse demasiado.

- Pero si que quisiera compartirlo con los que están aquí.

Ya acabaré el primer trimestre, y los presentes son los más íntimos.

+ Podemos esperar a que Cami se duerma y luego lo anunciamos. Mañana temprano hablamos con ella.

- Vale.

Me inclino para volver a su boca, y cuando el oxígeno se hace necesario entrelazo nuestras manos para volver al salón.