Capitulo 565

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Narra Gaby

Lunes por fin. No recuerdo haber deseado nunca que llegase este día de la semana, pero Malú tiene revisión con su ginecóloga y las ganas que tengo de ella son enormes.

+ Duérmete otro rato.

Beso sus labios antes de salir. Me voy a trabajar y ella le ha dado el pecho a Sofía, pero en nada la enana volverá a caerse frita.

- Sí.

Apenas levanta la vista de nuestra hija.

+ Llámame cuando acabes con Eva.

Le pido. Me he ofrecido a acompañarla, pero entrará sola y su madre se quedará con la niña igualmente, por lo que no soy un aporte en aquella cita.

- Igual me paso y te secuestro de quirófano para que me hagas tuya.

Anuncia sin reparo.

+ Estas loca.

Río. Aunque en el fondo lo estoy deseando.

...

..

- "Te espero en los baños frente a la cafetería. Llevo un vestido corto y nada de ropa interior"

Recibo su mensaje y exploto en una carcajada. Esta loca. Mis compañeros me miran sin entender.

+ ¿Podéis cubrirme unos minutos?

Junto mis manos a modo de ruego.

+ Necesito un café.

S: No tardes.

Sandra se ocupará de todo.

+ Eres la mejor.

Salgo con prisa y corro a la cafetería. La veo allí de pie, con un zumo en su mano derecha y cotilleando las redes con su móvil en la izquierda. Reconozco su gesto. Sobre la barra hay un café que verdaderamente deseo que sea para mi.

+ Te pareces mucho a mi mujer.

Susurro en su oído haciendo que dé un respingo.

+ Solo que la mía no lleva vaqueros ajustados ni sujetador.

Recorro su atuendo con la mirada. Pantalones gastados y una camiseta amarilla con el hombro caído, permitiéndome ver la prenda de encaje negro que lleva debajo.

+ Y me ha escrito contándome que me espera en el baño, no en la cafetería.

- Iba a invitarte a un café.

Me señala el vaso.

- Pero imagino que no querrás perder el tiempo si tienes a un pibón sin sujetador esperando por ti.

Su sonrisa pícara la delata.

+ Podría quitártelo y estaréis en igualdad de condiciones.

Propongo.

- ¿Y que haríamos con tu mujer?

Se interesa siguiéndome el juego.

+ Está noche va a enterarse.

Respondo chulo.

- Vaya.

Me regala una mirada traviesa.

- ¿Y que diría tu mujer si se entera que le has quitado el sujetador a otra?

+ Creo que entendería que eres tan guapa que no he podido contenerme.

- Que chica comprensiva.

+ Ya lo creo.

- Pues me encantaría aceptar tu propuesta.

Admite.

- Es solo que tengo un solo inconveniente.

Se pone en puntillas para alcanzar mi oído y hablarme en un murmuro súper sensual.

- Que yo también tengo marido, y si le pillo hablándole así a una tía, le arranco los huevos.

Vuelve a su altura y me mira inocente. Bebiendo de su zumo como si no hubiese roto un plato en la vida.

- Suerte con tu chica esta noche, cariño, que ni te imaginas lo que yo haré con el mío.

Va hacia la salida contoneándose en cada uno de sus pasos. La cabrona es experta en dejarme cachondo.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora