Narra Gaby
No hemos dejado de sentirnos ni por un momento. Los dos nos necesitábamos, y aunque desearía poder hacerla mía una y otra vez, pienso seguir demostrándole mi amor con besos y caricias. Quiero que cada trocito de su piel recuerde que no hay otra mujer en el mundo tan especial como ella.
+ Ven.
Le ofrezco mi mano para ayudarla a salir. La coge regalándome una sonrisa que podría iluminar ciudades en noches de tormenta y la arropo con la toalla, dispuesto a ser yo quien haga desaparecer las gotitas de agua repartidas por todo su cuerpo.
- Has montado una velada súper romántica.
Me sonríe agradecida a través del espejo que apenas deja ver su reflejo. El baño solamente está iluminado por un par de velas y la melodía de un piano puede ser oída desde mi móvil.
+ El mayor desafío de la vida es vivir.
Beso la filosofía que la acompaña siempre. Me nutro de su aroma y luego bajo con mis labios por el maravilloso recorrido que me guían sus lunares por toda su espalda. Se estremece, y sus ojos cerrados a la par con su respiración algo alterada me confirman que lo disfruta.
- No dejes de besarme.
Súplica. No pensaba hacerlo. Me detengo por unos segundos en el tribal de su espalda, y luego la giro con delicadeza para continuar mi recorrido desde su monte de Venus hasta alcanzar su boca.
Mis manos dan la atención a sus pechos que las reclaman celosos y se le escapa un leve gemido cuando pellizco su pezon izquierdo.
Nuestra temperatura sube por segundos, creando un incendio entre nuestros cuerpos. Difícil es saber que esto no acabará como ambos estamos deseando, pero ya no hay marcha atrás. Soy adicto a su cuerpo y a la música que interpretan sus jadeos.
Quisiera hacerle el amor hasta el amanecer, contemplar sus gestos cuando alcanza el paraíso, gastar su piel en el roce con la mía, aunque sólo nos quede conformarnos con sentirnos de esta manera. La amo, y pienso consentirla de todas las formas posibles.
Su sexo busca involuntario el mío. Debo parar, aunque nada pueda desear más en este momento que introducirme en ella.
+ Te amo.
Prometo alejándome, no hace falta más para que recuerde que este es nuestro límite. Aún no abre los ojos, por lo que decido seguir llenándola de placer, acariciando sus pechos que luchan contra la gravedad y dejando alguna marca en su cuello. Se deja hacer encantada. Mis dedos caminan por su anatomía, hasta que buscan la humedad por fuera de su centro. Está empapada. Joder, no recuerdo haberla sentido tan mojada nunca. Mis ojos viajan de inmediato a mi mano, buscando corroborar la información que ha detectado.
- Malú, tenemos que ir al hospital.
La apuro comprobando que el flujo está manchado con sangre.
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Solo el amor nos salvará (tercera parte)
FanfictionNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia, pero es la misma (primera y segunda parte en el perfil). Espero que os siga gustand...