Capitulo 496

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- Despediros de papi, que ya se va.

Las más pequeñitas han insistido en venir al aeropuerto.

+ Portaos bien y no hagáis de rabiar a mami, ¿vale?

~ Vale.

+ ¿Lo prometéis?

~ Si.

+ ¿Y tu Lucia?

= Portar bien.

+ Así me gusta, enana.

Las abraza con fuerza, sin saber con precisión cuando será la próxima vez que pueda hacerlo, el boleto de regreso es para dentro de un par de semanas, aunque albergo la esperanza de tenerle en casa mucho antes. David sabe que la terapia será larga y que su recuperación es un extenso camino por recorrer, pero cree que con ver a sus hermanos unos pocos días será suficiente para que luego ellos también puedan volver a sus vidas.

L: ¿Para mi no hay un beso?

Las chicas se abalanzan a los brazos de su tío.

J: Buen viaje, cuñado.

José le tiende la mano a él y luego a Luis. Le he pedido a mi hermano que venga conmigo. El embarazo me tiene sensible de más y no me viene nada bien despedirme de Gaby por un periodo que, ruego al cielo, sea corto. Aun así, preferí apoyarme en el y contar con su compañía para pasar este mal trago.

J: Venid canijas, vamos a por unos chuches mientras mami se despide de papi.

Propone dándonos algo de privacidad para despedirnos. Luis se adelanta algunos pasos para no ser él quien interrumpa nuestro momento.

+ Te voy a echar mucho de menos.

Promete tierno, dejando un mechón detrás de mi oreja.

- Y yo a ti.

Aseguro con los ojos inundados.

+ Ya veras como en nada estoy otra vez aquí.

Asiento con la cabeza y sorbo la nariz. Si hablo voy a echarme a llorar. El no sabe la falta que va a hacerme dormir acurrucadita entre sus brazos y despertar cada mañana viéndole sonreír.

+ Alégrame esa carita, anda, que sino me voy triste.

Sonrió forzosamente.

- No, ve tranquilo y ayuda a Dana, eso es lo importante, nosotras nos apañaremos.

+ Sabes que cuentas con mis padres para todo.

- Sí.

+ Vamos a hablar todos los días, ¿vale?

Hago un gesto de aprobación.

- Iros, que ya han llamado vuestro vuelo.

+ Te amo.

Me recuerda atrapando mi cara entre sus manos, y luego me besa con ansias. Me quedaría a vivir en sus labios.

+ Cuídate.

Me pide antes de ir junto a Luis.

- Tu también, y avísame cuando llegues.

+ Eso está hecho.

Un pico más y se aleja.

- Gaby.

Le llamo, consiguiendo que se gire.

- Yo también te amo.

Muevo mis labios para que solamente el pueda recibir el mensaje. Su respuesta es una preciosa sonrisa que quedará grabada en mi retina hasta que dentro de dos semanas me regale una nueva que la reemplace. Aún no se ha ido y yo no le puedo echar más de menos.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora