Capitulo 454

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Sábado.

+ Mira que guapa te ha dejado mami.

Mi chico le sonríe a Cami que luce orgullosa las trenzas que le hice.

+ Y tú también estás preciosa.

- Gracias. ¿Llevas el regalo?

+ Si, lo he dejado en el coche.

- Venga, vamos ya, que llegamos tarde.

...

...

+ Feliz cumpleaños, cuñada.

Saluda entrando el último.

+ Me alcanzas.

Ma: Dentro de dos semanas vuelves a ser mayor.

Ríe. Se acerca el cumpleaños de mi chico y organizaremos algo en casa. Más iíntimo que el año pasado, pero con la familia y amigos más cercanos.

+ Esto es para ti, si te gusta es porque lo he comprado yo, y si no, la idea fue de Malú.

Asegura gracioso.

- Gracias por lo que me toca.

M: Muchas gracias, me encanta, Malú.

Dice animada.

L: Zasca colega.

Luis provoca las carcajadas de todos.

E: Que bonito detalle, hija.

Dice agradecida mirando los pendientes que llevo. Solo me limito a sonreír. No les doy demasiado uso, quiero cuidarles, pero hoy me parecía una ocasión especial, y sé que no pasarían desapercibidos frente a ella.

L: ¿Cómo lo habéis pasado en Florencia?

Se interesa mi cuñado. Estamos sentados en el salón esperando a que lleguen los padres de Marta.

- Súper bien. Os lo recomiendo.

L: Nosotros también iremos a Italia.

Nos cuenta.

L: Le he regalado a Marta un viaje para los dos, pero a ella le hacía mucha ilusión Milán, y pues eso, iremos allí.

+ Los que debiésemos regalar un viaje, y a ellos, somos todos nosotros.

Mi chico señala a sus padres. Obviamente van a ocuparse de los hijos de Luis cuando sea que decidan hacer ese viaje.

- Que no es mala idea.

Admito. Siempre están ayudando.

E: No hace falta, nosotros lo hacemos encantados, ¿no es así, Sergio?

S: Claro.

L: Bueno, ¿comemos ya?

Propone abriendo la puerta. Los últimos invitados ya están aquí.

A: Por favor.

Pasamos una tarde divertida. Las más pequeñitas juegan con sus primos pasándosela pipa y la sobremesa de los adultos se alarga hasta pasadas las 7.

+ ¿Nos vamos?

Pregunta tras la segunda rabieta de Lucia. Ya está agotada.

- Sí.

Ayudo a recoger un poco lo que queda sobre la mesa y abrigo a las nenas, la temperatura ya no está para salir sin chaqueta.

+ Una menos.

Ríe señalando a Lucia. Se ha dormido nada más sentarla en su sillita.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora