Capitulo 520

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Mis manos atrapan su carita empapada por las lágrimas dispuestas a limpiarlas. Automáticamente cierra los ojos, disfrutando del tacto. Me acerco despacio y su boca busca la mía, con timidez, temerosa de ser rechazada. Jamas podría hacerlo. Respondo intensificando ese beso, devorando nuestras ganas de sentirnos. Joder, como echaba de menos su sabor.

+ Pero pequeña.

Suelto una risita floja al sentir como vuelve a llorar, escondida en el hueco de mi cuello. Cuando el oxígeno se ha hecho necesario, no ha tardado en refugiarse allí.

+ Mi vida...

La llamo dulcemente y siento que se aferra a mi con más fuerza, por lo que decido dejar que se desahogue todo lo que necesite, mientras la acuno entre mis brazos.

+ ¿Mejor?

Pregunto bajito en su oído cuando los sollozos disminuyen su intensidad. Aún no he conseguido hacerla salir de su escondite.

- Lo siento.

Murmura de forma casi inaudible.

+ Hey.

La aparto por los hombros. Finalmente puedo ver sus ojitos color chocolate que tanto me enamoran. Ahora enrojecidos y empapados, pero con la mirada tan profunda como siempre.

- He sido una imbécil.

Se culpa. Haciéndome suspirar en busca de las palabras adecuadas. Tendremos que hablar.

+ No.

Niego rotundo.

+ Bonita... Yo también lo siento.

Empiezo aceptando mis errores.

+ Estaba tan pendiente de Dana que no te presté la atención suficiente.

Entrelazo nuestras manos.

+ Me equivoqué, haciéndote sentir que no eres mi prioridad cuando eres lo más importante de mi vida.

Confieso.

+ No sabes lo difícil que fue ver a mi hermana así.

Recuerdo amargamente.

+ Aunque eso no justifica mi comportamiento.

Clavo mi mirada en la suya, pidiendo perdón de la forma más honesta que sé comunicarme con ella.

+ Pero no vuelvas a mentirme, Malú.

Le ruego.

+ Tus mensajes me pillaron rumbo a Valencia.

Me mira extrañada.

+ No sé si tuve la buena o la mala suerte de encontrarme con Eva esta mañana en el ascensor del hospital.

Empieza a imaginar lo que ocurrió.

+ Me preguntó cómo te encontrabas, y así me enteré que la cita de ayer en la que todo fue "perfectamente"

Señalo las comillas con mis dedos, citando las palabras que ella misma usó.

+ No era realmente tan perfecta. Que te exigió reposo, porque estás con contracciones.

Le cuento dolido.

+ Me sentí un gilipollas.

Aunque eso no es lo peor.

+ Sofía es hija de ambos.

Le recuerdo a modo de reproche. No puedo permitir que me excluya de esto. Y aunque no pretendo ser brusco, no hay nada que me haga más daño que las mentiras.

No dice nada, su mentón tiembla, y aprieta el labio inferior con fuerza, evitando volver a romperse.

- No quiero que nazca antes de tiempo.

Acaba explotando en un llanto agitado.

- Tengo mucho miedo.

Vuelvo a abrazarla. Está aterrada. Yo debo hacerme el fuerte, aunque internamente no estoy más tranquilo. Ruego que nuestra deseada hija nazca a tiempo, sin prisas.

Además me siento culpable. Si hubiese estado a su lado nada de esto estaría pasando.

+ Perdóname.

Con el filo de mi mano me ayudo a hacer desaparecer la única lágrima atrevida que está a punto de delatarme. Agradezco que ella está otra vez escondida en mí. No puedo permitirme flaquear ahora.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora