Solo el amor nos salvará (tercera parte)

Capitulo 441

Corro con una mezcla de prisa y dificultad para alcanzar el baño. La patada de Lucia en la tripa me ha dolido tanto que me sobreviene una arcada horrible que me hará vomitar. Abocada al váter devuelvo todo lo que he ingerido durante el día, y tras enjuagarme la boca, me arrastro con la espalda por la pared hasta alcanzar el suelo, flexionando las rodillas contra el vientre, adolorida, buscando que la posición me ayude a apaciguar el dolor.

~ Mami.

Con un hilo de voz abre la puerta que me he dejado entornada por las prisas.

~ ¿Te encuentras mal?

Sus ojitos revelan temor.

- Me duele la tripa, es que Lu me ha dado muy fuerte.

~ Yo voy a cuidarte.

Promete afligida y se sienta a mi lado. Aún escucho los gritos de Lucía, y a Carmen intentando tranquilizarla, no sé qué le pasa que se ha enrrabietado de tal manera.

- ¿Puedes traerme mi móvil?

~ Si.

- Esta en la mesita de mi habitación.

~ Vale.

Limpio una lágrima que se me escapa de dolor. Cami se echa a correr por las escaleras y con apremio vuelve a socorrerme. No sé qué haría sin ella aquí ahora mismo.

- Gracias.

~ ¿Vas a llamar a papi?

- Sí.

Lo intento, repetidas veces. No me lo coge.

- ¡Joder!

Me quejo llena de frustración. Le necesito con urgencia.

~ ¿Te duele mucho?

- Ya estoy mejor.

Miento. Me duele a rabiar, pero no quiero alarmar más a mi pequeño ángel de la guarda, es un amor de niña y sé cuanto quiere cuidarme. Aunque intente hacerse la valiente, está aterrada, lo veo en su carita.

- Voy a hacer pipí y ya voy al salón, ¿vale, cielo?

Accede levantándose para darme privacidad. Con dificultad lo hago yo también y al bajarme las braguitas siento que me falta el aire. Una mancha de sangre es testigo de que el golpe ha hecho más daño que meramente el dolor.

Las lágrimas no tardan en recorrer mi cara. Con las manos temblorosas vuelvo a llamar a mi chico.

- ¡Cogelo, joder!

Grito desesperada, no puedo perder a este bebé.