Capitulo 590

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Narra Malú

- Vale, os espero aquí.

Me despido de Rubén. Si Gaby va a hacer planes con las nenas sin invitarme, yo aprovecharé el tiempo con mi director musical para que se venga con Portu y avancemos en un nuevo tema que empezamos pocos días antes de que naciera Sofía.

Cojo algunos folios en los que ya he dejado varías anotaciones y un boli. Estoy escribiendo una canción y me gustaría que ellos me dieran su opinión. Estas últimas noches que me he refugiado en el estudio he estado inmersa en ella, y hasta que lleguen, espero tenerla casi acabada. Bufo mientras tacho lo que voy escribiendo. Nada me convence. Resoplo y me levanto desganada en busca de mi móvil.

- ¿Iván?

Corroboro al ver su nombre en la pantalla. No me esperaba una llamada del novio de Alba.

I: Hola Malú.

- ¿Cómo estas?

Indago algo cortada, su llamada me ha pillado desprevenida.

I: Bueno, ya sabes...

Suspira.

I: Pero no serás tú quien deba consolarme.

- No lo pillo.

Asevero.

- ¿Hay algo que no va bien, corazón? ¿Podemos ayudarte?

I: Creo que Alba no te ha dicho nada, ¿no?

Mi silencio le invita a hablar.

I: Me ha dejado.

- Joder, no sabía nada.

I: Ya...

- Lo siento.

Lo hago. Si que lo siento. No sé qué se le habrá cruzado a Alba por la cabeza y no soy nadie para juzgar su decisión, pero Iván es un chico estupendo que ha sabido querer bien a mi hija.

I: Ahora te sorprenderá más mi llamado.

- Pues sí.

Digo sincera.

I: Yo quiero a Alba, Malú, y los chicos con los que queda últimamente... no me fio nada de ellos.

- Yo tampoco.

I: Cuídala y estad atentos.

- Iván...

I: ¿Qué?

- ¿Alba te dejó por alguno de esos chavales?

Pregunto horrorizada. No soportaría que su respuesta sea afirmativa.

I: No... De aquí a un tiempo discutíamos día sí y día también. Muchas veces por ellos, pero no me dejó por ninguno.

Suelto el aire que estaba reteniendo, aliviada.

I: O eso creo.

- ¿Sabes algo de ellos?

I: Les conocí en un garito. Alba insistió en que la acompañe. Ya sabes, mucho alcohol y porros, risas falsas y gente de cuestionable reputación.

- ¿Alba...?

I: No lo sé... no estando conmigo, pero no accedí a acompañarla a otras fiestas, intentaba convencerla de hacer algo más tranquilo solos, o con los amigos de siempre, pero está afanada con ellos... dice que son mucho más divertidos...

Suspiro. A mi me dice lo mismo, sin concederme los detalles que me ha dado el que hasta hace nada era su chico.

- Estaré pendiente.

Aseguro alarmada. Más de lo que ya estaba.

I: Te mando un beso, Malú.

- Otro para ti, cielo... Y gracias por esto.

I: No las des.

Se despide cariñoso y yo dejo el móvil en la mesa, pensativa.

Ahora entiendo el mal humor de Alba hace un rato, pero lo que no entiendo es el por qué no me dijo nada.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora