Solo el amor nos salvará (tercera parte)

Capitulo 422

Andando por la arena, bien pegaditos, alcanzo otro sobre. Entre trompicones, risas y muchas demostraciones de amor hemos ido haciendo juntos este precioso recorrido que me preparó con tanto esfuerzo. 100 razones para enamorarse de mí, esta loco.

"Motivo 97: Tu timidez, que te hace bajar los ojitos cada vez que te digo algo bonito, como llevas haciendo todo este rato".

- Te has arriesgado, igual leyendo no me daba tanta vergüenza.

+ Que va... si has sido una pesadilla.

Se queja. He intentado buscar argumentos para rebatir todos los motivos que he leído en los sobres a su lado. Todos, menos los que me han hecho llorar como a una cría, aferrada a él, que con caricias me ha tranquilizado.

+ La próxima vez que quiera hacerte una sorpresa recuérdame que me lo replantee.

Protesta.

+ Que eres una pesada, quejica, agonías y llorica.

Deja un pico en mis labios entre cada uno de los adjetivos que ha usado.

- Y tú eres un imbécil, por hacerme esto tan bonito.

Le beso con ganas.

- Y el único que ha sabido calarse en cada fibra de mi dejándome enamoraita' perdía'.

Susurro cariñosa de puntillas para alcanzar su oído. Le quiero tanto que las palabras se quedan pequeñas para expresar mis sentimientos, por lo que vuelvo a mi altura y lo miro a los ojos, sé que en ellos encontrará la veracidad de mi confesión.

Acaricia dulcemente mi mejilla, y me invita a continuar por el sendero de pétalos, con la tenue luz de las velas que llevamos recorriendo juntos.

- Solo quedan tres.

Confirmo antes de leer el siguiente folio.

- No me creo que hayas hecho todo esto, amor.

+ Shhh.

Me manda a callar colocando su índice en mis labios.

+ Léelo, anda.

"Motivo 98: Tus pies, que se mantienen firmes sobre la tierra, sin importar lo alto que puedas volar".

- Gracias.

Musito.

"Motivo 99: Tu profesionalidad, en la música y en tu otra carrera... La más importante, la de ser maestra, una maestra de la vida... Aquella que me ha enseñado que el amor existe, no solo en los cuentos... que la felicidad es parte de nuestra rutina, cuando elegimos que así sea y que aunque la vida es un desafío, tenemos que elegir vivirla a pleno".

Narra Gaby

Llora agitada, estrellando sus lágrimas en mi camiseta, y haciéndome sonreír enternecido. Hace un rato he vuelto a ponerme nervioso, ya casi acaba y ahora viene lo más importante. Intento con todas mis fuerzas que ella no lo note y enfocarme únicamente en darle todo lo que necesite para que pueda estar tranquila. Quiero emocionarla y que guarde los recuerdos más bonitos de esta noche, pero sus hormonas me juegan en contra y también debo apoyarla, aunque el motivo de su llanto sea maravilloso.

+ ¿Ya?

Pregunto comedido con la intención de alcanzar el último sobre de esta noche. Lo que sigue, serán palabras improvisadas que me salgan del corazón.

- Sí.

Sorbe la nariz, y sin soltar nuestras manos entrelazadas avanza hasta el final del camino.

"Motivo 100: Tu ejemplar personalidad, que te ha convertido en la mujer de mi vida y en la madre perfecta para mis hijas".

- Jo, Gaby...

Un nuevo puchero y la tengo otra vez aferrada a mi, llorando entre mis brazos.

- Te amo.

Promete.

+ Yo si que te amo.

Se inclina para besarme, pero me aparto.

+ Malú...

Titubeo. Los nervios me comen.