Capitulo 517

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Narra Gaby

Salgo de la ducha agotado. Menudo día difícil he tenido hoy. La cirugía de un chaval que por una maldita apuesta se está jugando la vida se alargó demasiado y al llegar a casa he descubierto que Malú jamas exageró con el comportamiento de Lucía. Vaya guerra esta dando la enana.

Me tumbo en la cama deseando tener a Malú a mi lado. Las sábanas aún conservan su olor, lo que me hacen aferrarme a ellas con más fuerza.

+ Te echo de menos, bonita.

Confieso al aire en un susurro, cogiendo una foto nuestra que reposa en mi mesita. No puedo evitar acariciar su cara con mi pulgar. Se ha ido dejando el vacío más grande que pudiera imaginar. Ya no recordaba cuanto duele la soledad.

Cojo el móvil para llamar a Dana. Prometí hacerlo a diario. Me interesa saber cómo está, ademas he convencido a mis padres para que viajen a Londres, ellos necesitaban acompañar a su hija, y ella pasar por este mal trago contando con su apoyo. Creo que a todos les hará bien estar juntos.

Me detengo en el contacto de la mujer que se ha adueñado de mi corazón antes de llegar al de mi hermana. Que ganas tontas tengo de llamarla, aunque sé que no debiese ni intentarlo. Si necesita tiempo voy a dárselo, presionarla solo empeoraría las cosas.

Hablo por largos minutos con Daniela. Luego me apoyo en la almohada, deseando hacerlo junto a Malú. Es una orgullosa, pero la echo de menos. Y así entre reflexiones, me quedo dormido.

..

.

+ Un segundo.

Corro apoyando mi mano en el lateral de las puertas del ascensor para evitar que se cierren y abrirme paso. Voy con el tiempo demasiado justo para esperar el siguiente. En este hospital se tardan demasiado.

E: Buenos días.

Me saluda Eva. Hay más gente, pero desconozco al resto.

+ ¿Qué tal?

E: Bien, ¿y tú? ¿Cómo está Malú?

+ Disfrutando en Valencia.

Sonrío forzoso.

E: Mira, siempre he sabido que es cabezota, pero con esto se ha pasado, ¿eh?

Parece molesta.

E: No me la imaginaba tan irresponsable.

+ ¿Por qué?

E: Le he dicho que mejor evite el viaje y haga reposo aquí, por las contracciones. Esto no es ningún chiste, si no se cuida, podría ponerse de parto.

Se explica con prisa. Ya hemos llegado a la planta de ginecología.

Mi cerebro se detiene a procesar lo que acabo de oír. Demasiada información me ha soltado Eva en un par de segundos ¿Reposo? ¿Contracciones? ¿Ponerse de parto?

Llamo a Hugo. Necesito que se ocupe él de la cirugía que me toca. Esta vez Malú va a escucharme. Deshago mis pasos y regreso al coche. Mi destino es Valencia.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora