Capitulo 512

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- Buenas noches, mamá.

Dejo un beso en su mejilla y me voy a mi habitación. Son las once y media de la noche. Eso indica la pantalla de mi móvil que acaba de iluminarse con varios mensajes de Gaby.

+ "Sigues ignorando mis llamadas y yo sigo queriendo hablar contigo"

+ "Entiendo que estes decepcionada porque no estoy allí, pero con el corazón si que te acompaño, pequeña"

+ "Te quiero"

+ "Vas a petarlo"

- Decepcionada dice.

Murmuro irónica sin ser escuchada por nadie.

- Que te den.

Le deseo tan bajito como antes, tirando el móvil lo más lejos de la cama que puedo llena de rabia y me tumbo dispuesta a dormir. ¡Que ganas más tontas de llorar!

Narra Gaby

Miro las preciosas vistas que Londres me regala. La ciudad ya duerme y quien no lo hace busca refugio en el confort de su casa. Las calles están vacías y la nieve que cubre los tejados hacen una estampa maravillosa. Si a eso le sumo que mis oídos se nutren de su dulce voz cantando a nuestra hija podría decir que la circunstancia es ideal, pero no, no lo es, y dista demasiado de serlo, porque no hay peor error que estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.

¿Cómo pude tardar tanto en darme cuenta?

Me incorporo rápido y dejo la maleta sobre la cama. No traje muchas cosas, pero aún así, es el momento que todas vuelvan a su sitio. Mi ropa junto a la suya y yo junto a ella.

+ "Por favor dime que el insomnio del cual te llevas quejando todo este tiempo hoy también te ha tocado la puerta".

Escribo.

Sonrío amargamente al ver que no tarda en llamarme.

D: Ha tocado a la puerta y parece querer quedarse. Aunque no solo conmigo. ¿Estas bien?

+ No, Dana.

Admito.

D: ¿Qué te pasa?

+ Vuelvo a Madrid.

D: Vale. ¿Y no podías esperar a vernos mañana para decírmelo?

+ He llamado a un taxi para que me lleve al aeropuerto, voy a coger el primer vuelo que encuentre.

Le explico, temiendo a su reacción. Conozco perfectamente a mi hermana, pero últimamente es impredecible.

D: Estabas tardando en hacerlo.

La escucho sollozar, aunque intente mantenerse fuerte.

D: Hubiese querido que las cosas se dieran de otra manera.

+ Yo también.

Aseguro.

+ Prométeme que estarás bien.

D: Te prometo intentarlo.

+ Llámame todos los días.

Le pido.

D: No me agobies que te pones muy pesado.

Reímos por su ironía.

+ Te quiero mucho, Dana.

D: Yo te quiero mas, Gaby.

Que cabezota es.

D: Oye.

+ ¿Qué?

D: Siento haberte retenido aquí y causarte problemas.

+ Tu no te preocupes de nada más que de estar bien, ¿vale?

D: Buen viaje, hermanito.

Tras guardar todo y avisar a Luis que me marcho, me monto en el taxi. Si tengo suerte estaré en casa para poder llevarle a Malú el desayuno a la cama.

Aprovecho el trayecto para cotillear las redes. Menuda sorpresa va a llevarse con lo nerviosa que estaba. Su gente la ha llevado a lo más alto, en cuestión de horas la canción que escribió para Sofía se ha convertido en tendencia en redes y número uno en varias plataformas. Que orgulloso estoy de ella.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora