All The Young Dudes "Siriu's perspective" (Español)

Primer año: Secretos

Viernes 17 de  septiembre de 1971

La lechuza de James regresó con las manos vacías (¿con las garras vacías?), ni siquiera un trozo de papel atado a su pata. Sirius intentó no demostrar lo mucho que esto lo molestaba. Seguramente Reg no lo estaba ignorando; probablemente, sus padres le habían prohibido al hermano de Sirius que le escribiera, un castigo más por su selección fallida. Pero esta línea de pensamiento no hizo que Sirius se sintiera mejor, ya que solo lo hizo preguntarse cómo le estaba yendo a Reg y si estaba bien solo.

Era la primera vez en la vida de ambos que los chicos habían estado separados (bueno, aparte de un año cuando Sirius era un bebé, antes de que naciera Reg, y no recordaba nada de eso), e incluso en Hogwarts, rodeado de otros estudiantes, Sirius extrañaba a su hermano. Se encontraba pensando en un chiste que había escuchado y que Reg disfrutaría particularmente, o en lo asustado que estaría Reg si escuchara los rumores sobre el monstruo escondido en el castillo. Su hermano pequeño siempre había sido un poco llorón. A veces, acostado solo en su cama por la noche, Sirius recordaba cómo cuando él y Reg eran pequeños se colaban en las habitaciones del otro, susurrando hasta que se quedaban dormidos uno al lado del otro. En esas noches, Sirius se sentía vacío por la soledad, incluso rodeado de otros tres chicos.

Así que, aunque hizo todo lo posible por ocultarlo, Sirius estuvo de mal humor todo el día. Nunca había sido muy sutil con sus emociones: le gritaba a Peter por la mañana y era brusco incluso con James. Remus parecía percibir su mal humor y se mantenía alejado de él, apenas le decía dos palabras a Sirius durante sus clases y finalmente las abandonaba para otra de sus detenciones.

Finalmente, después de un comentario particularmente sarcástico hacia Peter durante un juego de snap explosivo, James tuvo suficiente.

—Oye, pórtate bien o dinos qué te preocupa, ¡pero no puedes seguir de mal humor todo el fin de semana! —Las palabras fueron dichas con firmeza, aunque Sirius tenía la sensación de que James estaba tratando de no ser demasiado duro.

Aun así, le dolió. Sirius resopló, sintiéndose muy mal por sí mismo: primero su propio hermano se negó a hablarle, ¡y ahora James lo estaba intentando!

—Está bien —se puso de pie enojado—. ¡Me largo entonces! Se fue furioso a su habitación, esperando que James fuera tras él, pero no lo hizo.

Cuando todos se estaban preparando para ir a dormir, Sirius se dio cuenta de que había sido un poco idiota y se sentía avergonzado por todo el asunto. " Cuéntanos qué te preocupa", había dicho James. Y aunque ciertamente no se lo iba a decir a Peter, Sirius se dio cuenta de que sí quería hablar con alguien.

Esperó una vez más hasta que los demás chicos se acostaron. Después de que todas las cortinas estuvieron cerradas, se acercó de puntillas a James y descorrió la cortina tímidamente.

"¿Sirio?"

James se sentó, parpadeando y buscó a tientas sus gafas. "¿Está bien, amigo?"

—Sí, lo siento, eh... ¿te importa si...?

—Sí, sí, ¡adelante!

Sirius dejó que la cortina se cerrara detrás de él, encerrándolos. Por un momento, los dos chicos se miraron el uno al otro. Sirius se dio vuelta primero, miró hacia abajo y jugueteó nerviosamente con un pliegue de la manta.

—Solo quería pedirte perdón, supongo. Por ser un idiota.

—Gracias, amigo. Sé que no lo decías en serio. —Cuando Sirius volvió a mirarlo, James le estaba sonriendo de forma alentadora. Intentó devolverle una débil sonrisa.

Cuéntanos qué te preocupa.

—Es que... Reg tenía que responderle. —Las palabras salieron un poco apresuradas. James frunció el ceño.