All The Young Dudes "Siriu's perspective" (Español)

Séptimo año: Instinto

—¡Se lo dijiste ! —Remus cerró la puerta de golpe con el pie y besó a Sirius con urgencia antes de que pudiera responder.

—Bueno, lo resolvió... —Sirius se rió sin aliento mientras se separaban, tropezando cuando lo empujaron hacia la cama. Lily y James se habían escapado a una reunión de prefectos, y Peter todavía estaba atrapado en detención, lo que significaba que tenían el dormitorio para ellos solos. Remus parecía muy ansioso por aprovechar ese hecho.

—Pero se lo dijiste —repitió, con voz baja y áspera en su garganta. Sirius se estremeció cuando Moony le pasó la lengua por el cuello, desde la clavícula hasta el lóbulo de la oreja, lo que le hizo temblar las rodillas. Al momento siguiente, chocaron contra el marco de la cama; Remus lo empujó y cayeron hacia atrás juntos.

—Merlín —jadeó Sirius, incapaz de hacer nada más que mirar, impotente, mientras Remus se arrastraba sobre él. Sus manos estaban por todas partes, insaciables, dedos largos deslizándose bajo la camisa de Sirius y recorriendo su piel. Se estremeció.

"Si hubiera sabido que así responderías, se lo habría dicho a Prongs hace siglos..."

—Cállate. —Remus se mordisqueó el labio, mientras sus dedos trabajaban en su cinturón. Sirius dejó que sus ojos se cerraran, mordiéndose la palma de la mano e haciendo lo mejor que pudo para obedecer mientras Moony besaba su pecho, bajando más...

—Entonces —dijo Remus casualmente, media hora después, fumando junto a la ventana como si no hubiera acabado de desarmar a Sirius pieza por pieza con nada más que su lengua—, ¿salió bien?

—¿Hm? —Sirius se esforzaba por pensar a través de la niebla en su cerebro; todavía se sentía un poco débil, como si sus extremidades se hubieran convertido en gelatina. Remus le sonrió con aire de suficiencia, mientras echaba humo por la rendija de la ventana.

—James ... ¿Qué te dijo?

Ah, eso era de lo que estaban hablando.

—Creo que lo primero que pensé fue: «¿A qué coño estás jugando?», pero a partir de ahí todo fue mejorando. —Sirius se dio la vuelta y apoyó la cabeza en la mano.

"¿Hizo muchas preguntas?"

—Más o menos. Nada que no me esperaba, supongo. ¿Y Evans?

"Ella dijo 'oh Dios mío' unas cien veces, pero se recuperó bastante rápido".

—Y también Cornamenta —Sirius frunció el ceño—. Excepto que el idiota no quiere decírselo a Colagusano por nosotros, dice que tenemos que hacerlo nosotros.

—Bueno, está bien. —Remus dio otra calada a su cigarrillo, esta vez lanzando el humo hacia la cama. El humo se enroscó perezosamente entre ellos, en remolinos difusos—. ¿Qué preguntas te hizo?

Sirius inhaló y cerró los ojos.

"Nada escandaloso. ¿Cuánto tiempo lleva?, ¿cuándo empezó?, ¿por qué no se lo dije?... ese tipo de cosas".

"¿Qué dijiste?"

—Dije la verdad. ¿Nos armamos un pitillo?

No tuvo que preguntar. Remus ya tenía uno listo y se lo pasó sin decir palabra. Sirius se giró boca abajo y estiró la mano a través del humo para tomarlo. Se metió el cigarrillo entre los labios, chasqueó los dedos para encenderlo y luego se dio la vuelta boca arriba, suspirando mientras exhalaba.

—¿Cómo te sentiste? —preguntó Remus, mirándolo con esa mirada hambrienta que hacía que se le calentara el estómago. Sirius sonrió.

—¿Ahora mismo? Maravilloso. —Le guiñó el ojo y se metió la lengua entre los dientes—. ¿Lo de Prongs? Vale. Bien, creo. —Sirius se estiró y deslizó una mano por debajo de la almohada de Remus. Sus dedos rozaron algo—. ¿Qué es esto?