All The Young Dudes "Siriu's perspective" (Español)

Cuarto año: febrero

El asunto de Hogsmeade con Lily, aunque inicialmente fue muy gracioso (solo Remus sería lo suficientemente despistado como para no darse cuenta de que estaba en una cita), rápidamente se convirtió en una espina en el costado de Sirius.

El problema era James. James Potter -prodigio del quidditch, heredero de sangre pura, el chico de oro de Gryffindor- había sido completamente malcriado por el amor. Había recibido mucho amor durante su infancia, de padres cariñosos que le aseguraban que era el centro de su universo, dándole toda la confianza y el calor de un sol resplandeciente. Esto lo hacía sentir con derecho a todo, tal vez, y arrogante, sin duda, pero su bravuconería segura de sí misma no estaba fuera de lugar; sacaba buenas notas en la escuela, exhibía una habilidad extraordinaria en el campo de quidditch y mostraba un don natural para la magia. Era difícil culparlo por su ego cuando había tanto que lo respaldaba.

Además, con James, cada victoria era algo compartido. Su exuberancia nunca se limitaba a sus propios logros; también alababa a quienes lo rodeaban. Era imposible desagradar a alguien tan desinteresado, tan genuinamente amable, que nunca parecía menospreciar a los demás, incluso cuando sabía que lo admiraban. Por eso Sirius se sentía tan atraído por James: era lo opuesto a todo lo que representaban los Black. Sus padres siempre habían actuado como si la única forma de distinguirse fuera pisoteando a los demás, pero James demostró que eso no era cierto. Era algo sacado de un libro de cuentos: el personaje principal, el héroe.

La única persona que parecía completamente inmune a sus encantos era Lily Evans, lo cual era una lástima, ya que ella era (por alguna razón absolutamente incomprensible) quizás la única persona en el castillo a la que James realmente quería impresionar.

El problema de haber crecido con demasiado amor, pensó Sirius, era que James nunca había aprendido a tragarse la decepción. Todos los demás merodeadores tenían mucha experiencia en lidiar con sentimientos heridos; Sirius buscaba pelea, Remus lanzaba un puñetazo y Peter era prácticamente un experto en enfurruñarse. Pero James, ante una combinación única de celos y autocompasión (quizás por primera vez en su vida), no parecía saber qué hacer con eso.

El resultado fue que, durante una semana entera, dejó de hablar con Remus.

No fue intencional. Sirius sabía que James nunca trataría de dejar de lado a su amigo a propósito. Era solo que estaba celoso y sabía que no tenía derecho a estarlo, porque a Lily se le permitía gustar a quien quisiera, y estaba bastante claro que Remus no había estado tratando de alentar sus afectos. Pero saber todo eso solo hizo que James sintiera más pena por sí mismo, hasta que apenas podía mirar a Lupin sin ahogarse en la autocompasión.

Por supuesto, esto sólo llevó a Remus a caer en su gastada actitud de " todos me odian y me lo merezco" . El chico estaba ansioso por ser un mártir; caminaba de puntillas alrededor de James con miradas tristes y culpables, como si hubiera hecho algo malo. Sirius se entregó a algunas fantasías incómodamente vívidas sobre estrangular a Lily Evans por iniciar todo el lío, y luego estrangular a James y Remus también, por actuar de manera tan estúpida al respecto.

-No está enojado contigo -explicó Sirius por enésima vez, después de que James se escabullera a la cama una noche en el momento en que Remus puso un pie en la sala común-. Solo siente lástima por sí mismo.

-Pero él me cree, ¿no? -se preocupó Remus-. Realmente no sabía que era una cita, ¡no me gusta Lily de esa manera!

Sirius suspiró, tratando de encontrar la mejor manera de explicar la situación para que Remus la entendiera. A veces podía ser tan despistado cuando se trataba de chicas.

-Bueno... no creo que él piense que estás mintiendo, exactamente, pero... eres muy cercano a Evans, ¿no? Siempre andáis juntos.

-Ella es mi amiga -insistió Remus, sonando muy frustrado-. También salgo con Marlene y Mary, ¡nadie piensa que salgo con ellas!