Hola niños, conéctense a los infieles
Quizás estén cegados
Pero Bennie los hace eternos.
Sobreviviremos, déjenos llevarnos con nosotros mismos.
Donde peleamos con nuestros padres en las calles
Para encontrar quién tiene razón y quién no
Martes 16 de marzo de 1976
Sirius Black era un cobarde. Era el cobarde más grande, estúpido y podrido que jamás había pisado los pasillos de la Torre de Gryffindor, y estaba casi completamente seguro de que si alguien le ponía el Sombrero Seleccionador en la cabeza ahora, determinaría, por primera vez en su larga historia, que había cometido un error al colocarlo allí. No era valiente... y ciertamente no era valiente.
Él sólo quería esconderse.
Ver a Remus se había convertido en una nueva y única forma de tortura. Sirius podía darse cuenta de que el chico quería hablar con él; intentaba llamar su atención, o quedarse en el dormitorio o después de clase, con una mirada sutil e implorante en su rostro. Pero la idea de estar solo con Remus, aunque fuera por un momento, era suficiente para hacer que se le encogiera el estómago, que le sudaran las palmas de las manos y que su corazón latiera con fuerza mientras el calor subía por su nuca, y recordó la sensación de los labios de Remus...
No. Estar solo sería una muy, muy mala idea.
Incluso si lograba articular dos palabras, Sirius no tenía ni idea de lo que diría. Estaba ridículamente agradecido de que Moony no pareciera dispuesto a contarle a nadie lo que había sucedido, pero estaba claro que quería una explicación, y Sirius no tenía ninguna que darle. Ni siquiera estaba completamente seguro de cómo explicarse a sí mismo lo que había sucedido; lo único de lo que Sirius estaba seguro era de que, fuera lo que fuera, había sido culpa suya.
Estás contaminado...
Sentía una abrumadora oleada de culpa cada vez que pensaba en ello, lo que sucedía muy a menudo, sin importar cuánto intentaba empujar el recuerdo al fondo de su mente.
Incluso con Mary, Sirius se encontraba con la mente divagando. Ella envolvía sus brazos lánguidamente alrededor de su cuello y él recordaba cómo Remus la había agarrado allí, urgentemente, con dedos callosos... o percibía un rastro de su perfume frutal mientras la besaba y recordaba el aroma de Remus, cálido y dulce, a whisky de fuego y pastel de cumpleaños. Se odiaba por eso, se odiaba por seguir besándola, por ponerse caliente y ansioso. Se odiaba por sujetarle las muñecas, por impedir que lo tocara, por usar sus manos y su boca como penitencia, por hacer todas las cosas que sabía que a ella le gustaban hasta que no había nada más que su piel, sus respiraciones agudas y jadeantes, los ruidos que hacía. Odiaba que nunca fuera suficiente, que ella pudiera sonreírle y no saber que cuando dormía por la noche estaba soñando con otra persona.
Mary merecía algo mejor. Sirius lo sabía. Era tan vibrante, tan brillante: era un sol, el centro de su propio sistema solar. Merecía adoración, devoción, alguien que pudiera orbitar a su alrededor con fidelidad y gratitud, que pudiera apreciar plenamente su calidez y su luz.
Pero Sirius no quería el sol. Por la noche, soñaba con la luna.
Si hubiera sido valiente, habría intentado explicárselo. Si hubiera tenido un poco de coraje, lo habría confesado y le habría dado la honestidad que se merecía. Si no hubiera sido tan egoísta, la habría dejado marchar en lugar de arrastrarla a su propia espiral descendente.
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All The Young Dudes "Siriu's perspective" (Español)
Fanfiction¡¡¡Este es primero un fanfic de ATYD !!! y un fanfic de harry potter sólo por necesidad. Literalmente soy solo yo reescribiendo cada capítulo de atyd, pero desde la perspectiva de Sirius porque amo tanto esta historia y no puedo tener suficiente de...