All The Young Dudes "Siriu's perspective" (Español)

Navidad de 1995

On starry nights I saw you

You kissed me so cruelly

Your lips, a magical world

Your sky, all adorned with jewels.

The killer moon

Will come too soon

Fate

Against your will

Through thick and thin

He will wait until

You give yourself to him

Miércoles 18 de diciembre de 1995

Sirius no podía dormir.

No era algo fuera de lo común; a menudo tenía problemas para dormir cuando Remus no estaba. La cama era demasiado grande y demasiado fría. Su cabeza estaba demasiado llena de pesadillas. Le tomaba demasiado tiempo volver en sí, cuando se despertaba sobresaltado y no había nadie allí para calmarlo.

En ese momento, Remus se encontraba en una misión de reconocimiento nocturna con Emmeline Vance, en algún lugar de Gales. Le había dicho a Sirius antes de irse que probablemente no regresaría hasta la tarde siguiente, y Sirius asintió, sonrió y le dio un beso de despedida y no se quejó, ni siquiera un poco. En el momento en que la puerta se cerró con un clic, fue directo a buscar el whisky de fuego.

Remus ya no bebía. La botella era el escondite privado de Sirius, solo para emergencias. No la usaba a menudo, solo cuando realmente la necesitaba. Y esa noche... esa noche fue una mala noche.

Era solo la temporada. En realidad, solo el clima. El invierno tenía una forma de meterse en sus huesos, el frío y la oscuridad tan familiares, el viento cortante que sacudía las ventanas como el viento del mar...

Y ya casi era Navidad, lo que siempre le hacía pensar en los Potter: los pasteles de carne picada de Effie, los juegos de charadas de Monty, la sonrisa de alegría de James mientras abría otro regalo relacionado con el quidditch...

Sirius bebió un largo trago de la botella, dejando que el ardor del whisky embotara sus sentidos, solo un poco. Se sentó despatarrado en un sillón, mirando fijamente la chimenea, preguntándose si la danza hipnótica de las llamas combinada con la pesadez inducida por el licor podría ser suficiente para finalmente adormecerlo.

"¡SIRIO!"

Se levantó de un salto de la silla y casi dejó caer la botella de whisky de fuego. Se había quedado dormido y tenía los ojos cerrados.

"¡¿DÓNDE COÑO ESTÁS, MOCOSO INÚTIL?!"

Ah. Sirius hizo una mueca al darse cuenta de quién debía estar hablando.

—Tranquilízate, viejo cascarrabias —murmuró, dejando la botella en el suelo y subiendo las escaleras pisando fuerte.

—SIRI... oh, ahí estás.

Sirius miró fijamente el retrato de su tatarabuelo, que flotaba en la puerta del dormitorio vacío.

" Qué ?"

—Bueno, no hay necesidad de ser grosero —resopló Phineas, mirándolo con evidente desdén—. Tengo un mensaje de Dumbledore.

"¿De Dumbledore?"

Sirius se enderezó. Phineas Nigellus había sido director de Hogwarts, lo que significaba que tenía un retrato gemelo que permanecía dentro de la oficina del director en la escuela. Dumbledore a veces usaba al viejo cascarrabias para pasar mensajes de ida y vuelta, pero Sirius no tenía idea de qué podría justificar una llamada tan tarde en la noche. Su corazón se desplomó cuando inmediatamente imaginó lo peor.