Cuarto año: abril

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Sábado 26 de abril de 1975

Estaban empezando a ganarse el apoyo de Madame Pomfrey, Sirius estaba seguro. La enfermera de la escuela se abstuvo de blandir su varita y echarlos cuando llegaron a la enfermería, y ni siquiera chasqueó la lengua con desaprobación ni les dirigió una de sus miradas fulminantes características. En cambio, solo suspiró y miró el reloj.

-Oh, adelante, entonces -les hizo un gesto con la cabeza y les indicó que entraran. Los merodeadores pasaron apresuradamente por la puerta antes de que pudiera cambiar de opinión.

-¡Remus Lupin, baja ese libro de inmediato! -gritó, dirigiéndose hacia la única cama de la habitación que estaba protegida por una mampara. Se oyó el ruido incriminatorio de un libro pesado que cayó de repente sobre las sábanas.

-¡¿Puedes ver a través de la pantalla?! -La voz asustada de Remus vino desde detrás de las delgadas barreras.

-No -respondió la enfermera con una sonrisa divertida-. Es que te conozco demasiado bien. -Se apresuró a pasar entre los biombos de color verde pálido del hospital y los tres chicos se quedaron atrás, unos pasos detrás de ella.

Fue un poco desconcertante verlos interactuar (o más bien, escucharlos). Casi le recordó a Sirius la forma en que Effie regañaba a James: sonriendo, con los ojos brillantes y el rostro suavizándose cuando lo miraba.

-¡Tenía la esperanza de que descansaras la vista y no la forzaras! -La voz exasperada de Pomfrey llegó desde detrás de las barreras.

"Puedo ver en la oscuridad."

-No hay excusa. Ya que estás levantada, supongo que ya estás lista para recibir visitas.

-¡Sí, por supuesto! -Se oyeron ruidos mientras Remus se movía. Sirius sonrió.

La cabeza de Madame Pomfrey apareció en la pantalla. -Vamos -gritó, haciéndoles señas para que se acercaran, y los chicos desfilaron uno por uno-. ¡No hagan mucho ruido y no traigan libros!

-¿Por qué no puedes tener libros? -preguntó James divertido, apoyándose en el extremo del marco de la cama.

-Porque es Moony -respondió Sirius, dejándose caer en la pequeña cama para quedar recostado sobre las piernas de Remus-. Él no entiende la moderación.

-Solo quiero repasar -protestó Remus, luciendo un poco avergonzado-. Quiero decir, estoy en la escuela, es lo que se supone que debo hacer. -Le hizo un gesto con la cabeza a Peter, que estaba repartiendo ranas de chocolate.

-Pero no querrás agotarte -dijo Sirius mientras comía un bocado de chocolate-. Estás muy por delante del resto de la clase, y los exámenes no son hasta dentro de mucho tiempo. La rodilla de Remus se clavaba en su espalda.

-Faltan dos semanas -replicó James, levantando una ceja-. Te vendría bien estar un poco mejor preparado, Black.

-Oh, lo siento -Sirius puso los ojos en blanco y se movió para intentar ponerse más cómodo-. Olvidé que también te habías unido al club de empollones.

-¡Una tarde en la biblioteca no me convierte en un empollón! -se quejó James, bastante ofendido por la acusación.

-No le hagas caso, James -dijo Remus, moviendo ligeramente las piernas bajo las sábanas; ahora su rodilla se clavaba en el estómago de Sirius-. Estoy orgulloso de ti. Gracias por las ranas, Pete.

-Oh, no son mías -dijo Peter desde el sillón junto a la cama, donde se estaba poniendo cómodo-. Dezzie dice que espera que te recuperes pronto.

Inmediatamente los otros tres muchachos giraron la cabeza.

All The Young Dudes "Siriu's perspective" (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora