Sexto año: septiembre

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Miércoles 1 de septiembre de 1976

"Este es el año, muchachos. Este es el año en que finalmente sucederá. Seis años de espera y todo vale la pena".

-No puedes estar hablando de lo que creo que estás hablando -dijo Remus, levantando una ceja escéptico por encima de las páginas de su libro.

-Oh, sí -dijo James con una sonrisa maniática-. Lily Evans definitivamente se dará cuenta de que está loca por mí. Puedo sentirlo.

-Pero ¿estás seguro? -preguntó Sirius arrastrando las palabras, mirando por encima del hombro desde donde estaba sentado junto a la ventana-. Ya has tenido estos sentimientos antes.

-Sí -concedió James solemnemente-. Tienes toda la razón, Canuto. Pero esta vez hay algo diferente. Prácticamente puedo sentirlo. El amor está muy presente en el aire.

-O lujuria -Remus volvió a su libro, murmurando-. Probablemente solo estés percibiendo las hormonas furiosas que emanan de estos idiotas. -Señaló con la barbilla a Sirius y Peter, quienes estaban presionados contra las ventanas de su carruaje, buscando a sus novias en King's Cross.

-¿A quién llamas idiota, Moony? -replicó Sirius-. No puedo evitar volver locas a las mujeres de deseo.

-¡SIRIUS, MIERDA, PODRÍA MATARTE! -El tren se sacudió con la ira de Mary Macdonald mientras avanzaba a toda velocidad por el pasillo con sus botas de tacón y chillando furiosamente.

Remus asintió con aire de suficiencia.

"De todas formas, estoy loco por algo".

James (el traidor) casi se atragantó con su gragea Bertie Botts de todos los sabores de tanto reírse. Sirius le lanzó una mirada fulminante, pero cuando James le devolvió la sonrisa fue difícil permanecer molesto. Había estado efusivamente feliz desde que descubrió que Sirius y Remus se habían reconciliado, y aunque tuvo el suficiente tacto para no mencionarlo directamente, era obvio que había estado contando los días hasta que se reconciliaran casi tanto como Sirius. Ahora que ya no estaba atrapado en la tierra de nadie de la tensión entre los dos chicos, James prácticamente estaba rebotando contra las paredes con energía, haciendo grandes declaraciones sobre todo lo que se lograría en el nuevo año escolar (la mayoría de las cuales tenían que ver con Lily Evans).

James todavía estaba intentando recuperar el aliento cuando Mary irrumpió en el carruaje con los ojos en llamas. Su mirada se fijó en Sirius y él podría haber jurado que la temperatura en el coche había subido unos grados.

-¿Qué he hecho? -preguntó. Estaba seguro de que no había tenido tiempo de hacer nada que justificara la furia de su novia, ¡aún! ¡El tren ni siquiera había salido de la maldita estación!

-¡No lo sabes, de verdad! -Mary sacudió la cabeza con disgusto y furiosa. Los aros dorados de sus orejas tintinearon con el movimiento-. ¡¿Callejón Diagon?! -Dio un pisotón.

Sirius sintió que la sangre se le escapaba del rostro.

"Tío."

-¡Que te jodan, Black! -Se dio la vuelta y abrió la puerta de golpe justo cuando el tren empezaba a moverse. Sirius se puso de pie y corrió tras ella.

-¡Oye, Mary, espera! ¡Lo siento!

La siguió por el pasillo, tropezando un poco mientras intentaba agarrarle el brazo.

-Mary... ¡Eh, espera un momento! ¿Dónde estás? ¡Ay, por el amor de Dios!

La niña de tercer año que acababa de abrirle la puerta en la cara chilló una disculpa y se metió de nuevo en su compartimento, observando ansiosamente a través de la ventana mientras él pasaba furioso.

All The Young Dudes "Siriu's perspective" (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora