Regreso a Hogwarts

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Good morning to you, I hope you're feeling better baby.

Thinking of me while you're away

Counting the days until you're released again

Writing this letter, hoping you're okay.

Sent to the room you used to stay in every Sunday.

The one that gets warmed by the sun every day.

And we'll meet for the second time.

And then you can tell me about your time in prison.

Sabía adónde tenía que ir. Por la foto del periódico, todo estaba muy claro: de alguna manera, Peter se había colado en la familia Weasley y se había convertido en la mascota de un niño. Sirius se preguntó, vagamente, cuánto tiempo había estado con ellos. Seguramente no había estado viviendo como una rata todos estos años.

De todos modos, no importaba; lo importante era que Sirius ahora sabía cómo encontrarlo. Una vez que llegara septiembre, sabría exactamente dónde estaría Peter.

Hogwarts.

Fue un viaje largo y abrumador, desde Londres hasta Escocia. Sirius pasó la mayor parte del mismo como Canuto, que estaba mejor preparado para soportar la tensión del viaje (para empezar, no necesitaba zapatos). Canuto también era menos exigente con su dieta; podía cazar y comer conejo crudo o, cuando estaba demasiado débil para eso, hurgar en los contenedores en busca de restos de comida que podrían haberle revuelto el estómago como humano.

Se mantuvo alejado de pueblos y ciudades, siguiendo las extensas autopistas y las señales de tráfico. Los coches parecían diferentes, pero todo parecía diferente. Cuando Sirius se encontraba deambulando por los pueblos, toda la gente iba vestida de forma extraña; la ropa era... más holgada, más discreta. Se sentía como si hubiera entrado en un mundo completamente nuevo, lo suficientemente parecido al que conocía como para ser familiar, pero lo suficientemente extraño como para sentir el dolor del tiempo perdido como un hematoma constante.

Sirius no pasó casi tiempo como humano durante el mes siguiente. Sabía que el Ministerio estaría furioso y probablemente enviaría dementores a recorrer el país en su búsqueda. Parecía que incluso los muggles sabían quién era; vio su rostro en algunos periódicos y una vez en una pantalla de televisión a través del escaparate de una tienda.

No estaba seguro de cuánto tiempo había pasado antes de llegar finalmente a Escocia. Se le escapaba de las manos si no llevaba la cuenta con cuidado; Sirius se encontró a la deriva en una especie de neblina, dejando que las horas se deslizaran entre sus dedos como agua a medida que avanzaba. En Azkaban, eso le había impedido volverse loco. O tal vez no, pero había hecho que el tiempo pasara más fácilmente.

El clima estaba empezando a refrescar, un frío se acercaba con las tardes y se instalaba cada noche. A medida que se acercaba a su destino, Sirius decidió arriesgarse a pasar por lo que alguna vez había sido una antigua casa segura de la Orden, a solo dos aldeas de Hogsmeade. Canuto era un perro resistente, pero Sirius sabía que si quería sobrevivir el invierno necesitaría algún tipo de suministros, ropa más abrigada... medicinas, si podía conseguirlas. Trató de hacer una lista en su cabeza, pero rápidamente se dio por vencido; pensar en el futuro se parecía demasiado a gafarlo. Además, Sirius ya tenía un plan en el que centrarse: llegar a Hogwarts, encontrar a Pettigrew, matarlo. Después de eso...

No le gustaba pensar en lo que podría pasar después de eso.

Sirius pasó dos días enteros explorando la casa segura, ocultándose en los bosques que la rodeaban como Canuto, observando atentamente cualquier señal de vida. Conociendo a Moody, probablemente enviaría aurores para verificar todas las casas seguras antiguas desde la fuga de Sirius, si todavía estaba trabajando para el Ministerio, después de todos estos años.

All The Young Dudes "Siriu's perspective" (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora