Quinto año: Moony & Co.

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Remus se cayó del alféizar de la ventana en estado de shock. Esto encantó a Sirius (la mayoría de las cosas lo hacían, como perro), y ladró felizmente y meneó la cola mientras Moony se apresuraba a levantarse del suelo. El chico alto ( extremadamente alto, especialmente desde la perspectiva actual de Sirius) miró de James a Peter, luego de nuevo a Sirius, procesando lo que acababa de ver. Sirius volvió a cambiar, incapaz de dejar de sonreír.

-Lo hiciste -dijo Remus, con voz monótona-. No puedo creer que lo hayas logrado. -Se sentó de nuevo en el alféizar de la ventana, tragando saliva.

-¿Estás enojado con nosotros? -preguntó James con seriedad, estudiando el rostro de su amigo.

"¿Todos pueden hacerlo?"

James intercambió una mirada con Peter y ambos asintieron. Remus inhaló profundamente. -Vamos, entonces -susurró-. Muéstrame.

Inmediatamente, en el lugar donde habían estado James y Peter, se materializó un gran ciervo, con sus nobles astas rozando el techo, y una asustadiza rata marrón. Sirius se rió, todavía zumbando de emoción.

"No podíamos elegir en qué nos convertíamos", explicó, "de lo contrario, Peter probablemente habría elegido otra cosa..."

-¡Oye! -se quejó Peter, volviendo a cambiar de actitud-. Las ratas son criaturas muy inteligentes, lo he buscado.

"Es una pena que no lo seas."

-No todo el mundo quiere ser un perro baboso y enorme -dijo James, transformándose y saliendo en defensa de Peter, como de costumbre. Golpeó suavemente a Sirius en el hombro.

-Está bien, Bambi, cálmate -Sirius sonrió para demostrar que no tenía malas intenciones, alborotando el cabello de Peter-. Solo nos estamos riendo, ¿no, amigo?

Peter sonrió a regañadientes, demasiado emocionado como para guardarse el rencor. Sirius se volvió hacia Remus. Los estaba mirando con los ojos muy abiertos, el ceño fruncido y una expresión indescifrable en el rostro.

-¿Remus? -preguntó James después de un momento-. Estás enojado, ¿no?

A Sirius se le cayó el estómago. ¿Era eso? ¿Remus estaba molesto con ellos? Sabía que Lupin les había pedido que no lo hicieran, pero había pensado... bueno, había pensado que una vez que lo hicieran, cambiaría de opinión.

-Yo... -Remus negó con la cabeza, todavía frunciendo el ceño-. No, no, no estoy enojado... solo... -Cerró los ojos, luciendo casi dolido-. Sabía que lo harías de todos modos, sabía que lo intentarías, al menos. Nunca me escuchas.

A Sirius se le hizo un nudo en la garganta. Pero lo hicimos para ayudarte, quiso decir.

-Lo sentimos -se disculpó James, luciendo completamente arrepentido. Inmediatamente, los ojos de Remus se abrieron de golpe.

-¡No, no lo lamenten! -dijo-. Lo que han hecho es increíble... ustedes son increíbles. Es solo que... no sé qué decir.

Ustedes son increíbles. El pecho de Sirius se llenó de calidez. Así que eso era. Moony estaba feliz, ¡tan feliz que se quedó sin palabras! Sirius recordó cómo se había sentido cuando James le dio el espejo, recordando exactamente lo abrumador que fue recibir semejante regalo. ¿Así se sintió Moony?

Remus levantó la vista y captó la mirada de Sirius. Sostuvo la mirada y le ofreció una pequeña sonrisa comprensiva.

-Gracias -susurró Remus, y por un momento, Sirius sintió como si fueran las únicas dos personas en la habitación.

Pero, por supuesto, les estaba agradeciendo a todos. -¡Lo que sea por nuestro Moony! -gritó Sirius, sonriendo. La emoción regresó, impulsada por el alivio jubiloso de saber que Remus no estaba enojado con ellos-. Vamos -dijo con entusiasmo-, bajemos a cenar. ¡Tenemos una larga noche por delante!

All The Young Dudes "Siriu's perspective" (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora