Esperaba el regreso de su esposo, desde el hospital le habían avisado que la cirugía de la cual Stephen era participe se encontraba con complicaciones.
Los nervios de Adeline iban en aumento, como en innumerables veces atrás. Sus oídos se percataron de las campanadas del reloj de la sala, ya era medianoche. Depositó la taza de porcelana sobre la mesa ratonera que adornaba la sala, sintiendo el cansancio de su cuerpo. Minutos más tarde, descansaba, en una posición no muy cómoda, en el sillón.
...
Adeline se sobresaltó. Sus párpados se abrieron abruptamente ante los sonoros toques a la puerta principal. «¿De nuevo ha olvidado las llaves?», se preguntó internamente.
—Lo lamento... —murmuró Stephen, apreciando el adormilado rostro de su mujer.
La castaña sólo hizo un gesto de negación con su cabeza. Reprimió un bostezo y cerró la puerta principal luego de que Stephen hubiera ingresado a su hogar.
—¿De nuevo te has dormido esperándome, Eline?
—En realidad estaba leyendo una de tus colecciones.. —respondió, ayudando a quitarle el pesado abrigo—, y no sentía la necesidad de dormir. Algunos libros sobre neuronas suelen ser bastante divertidos.
Stephen tomó asiento en el sillón de tapiz negro, en el cual anteriormente había descanzado su mujer. Elevó una ceja, esbozando una leve corvatura en sus labios.
—Cariño, no hace falta que mientas —comentó Stephen, alargando su brazo para que ella se acercara—. La cirugía tuvo complicaciones riesgosas, hemos salvado a el pequeño niño luego de agotadoras y largas horas de trabajo —Adeline sentó su anatomía en las piernas de su esposo y acarició su cabello, enseñándole su apoyo—. Sólo espero que los síntomas que desarrolle de ahora en adelante no generen algo aún peor.
En sus cinco años de matrimonio, ambos habían contado el uno con el otro, ayudado en cada momento de necesidad. Eran pocas, pero felices, las horas en las cuales podían estar físicamente juntos. Sthepen en el hospital ejerciendo sus conocimientos y Adeline en la Universidad dictando clases de historia.
—Todo saldrá bien —susurró, mostrándome una débil sonrisa. Stephen no tardó en acortar toda distancia y unir sus labios con los de ella.
La necesidad de ambos de demostrarse el amor por el otro, conllevó a despojarse de sus vestimentas. No importaba encontrarse en la sala de estar, ni la incomodidad, sólo el momento íntimo que tenían para ambos.
—Te amo —luego de eso, Stephen la besó por última vez en la noche.
—Te amo —respondió Adeline.
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¡Todavía no he mirado Doctor Strange! 😭¡Ya estamos cerca de los 2K en votos! Ni te cuento de la cantidad de visitas 🎊. Mi mamá no lo cree 😂.
¡Gracias! 💕
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→marvel's one shots←
FanfictionHistorias cortas e imaginas sobre nuestros héroes favoritos. Advertencia: Posibles spoilers. 24-01-2017: #97 DE TODO. 15-02-2017: #32 EN HISTORIA CORTA. 24-02-2017: #47 HISTORIA CORTA