Pietro Maximoff;

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Escuchó unos gritos de auxilio provenientes del segundo piso. El terror comenzó a florecer en su interior. Acurrucó su cuerpo contra uno de los extremos de su celda, resguardándose de las atrocidades de su alrededor.

Las voces de los guardias resonaron en el pasillo. Elevó su mirada cuando los pasos cesaron, encontrándose con dos sujetos uniformados que sostenían a un muchacho de cabello platinado.

—Tendrás compañía, Electra —informó uno de los agentes, lanzando al joven dentro del lugar. Sin intercambiar más palabras o gestos se retiraron.

Se acercó temblorosa a ayudarlo. El extraño no se opuso, demostrándose agradecido con ella al regalarle una sonrisa sin mostrar sus dientes. Iza le permitió sentarse en la única litera dentro de la celda.

—Pietro, Pietro Maximoff —se presentó, rompiendo el silencio que reinaba en la celda.

—Iza o Electra Heart —susurró, tímidamente. Sus ojos azules se fijaron en las manos de su compañero— ¿Eres un experimento?

Pietro asintió varias veces.

...

Los días transcurrían demasiado lentos sin la agradable compañía de Pietro Maximoff. Iza sólo observaba por los garrotes, esperando la vuelta de su amigo, pero las probabilidades eran cada vez más lejanas.

Mantenía su mente alejada de la cruel realidad, recordando vagos momentos de su infancia, a su familia. Aún mantenía la esperanza de verlos con vida. Se acurrucó contra la pared de concreto, dejando que el cansancio la domine por completo.

—¡Nos atacan! —los gritos desesperados de los agentes interrumpieron su sueño.

Varias explosiones sacudieron la infraestructura, que comenzó a empezar a desmoronarse. Un cuartel de HYDRA gran precario como aquel no aguantaría demasiado antes de ceder completamente a sus enemigos.

—¿¡Iza!? ¿¡Iza!?

Su rostro se iluminó al escuchar esa familiar voz masculina.

—¡Aquí, Pietro! —respondió en voz alta. En un instante, el muchacho se apareció del otro lado de los barrotes con una mueca de alivio— ¿Qué-qué sucede?

El techo comenzó a quebrarse, los pedazos de yeso no tardaron en caer al suelo.

—No voy a dejarte aquí, Iza.

...

Sus párpados se abrieron lentamente. Tardó unos segundos en acostumbrarse a la luz y lograr descifrar las siluetas que se hallaban a su alrededor.

Pietro estaba allí, dedicándole una cálida sonrisa que removió el estómago de Iza. Al lado de éste, un sujeto de cabellos castaños claros que se encontraba en condiciones de querer llorar.

—¿Cómo te sientes? —cuestionó su compañero, acariciando su mejilla— Pero, ¿qué haces, Clint? —el castaño le dedicó una mirada de advertencia.

—¿Clint? ¿Clint Barton? —inquirió, sintiendo como en sus ojos se acumulaban lágrimas.

El susodicho no tardó en asentir con lágrimas bajando por sus mejillas. Se retiró con la excusa de ir a buscar medicamentos, ante las burlas de la muchacha.

—¿Eres la hermana menor del arquero? —cuestionó, incrédulo. Iza asintió levemente, dejando escapar una pequeña risita.

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Lamento la falta de imaginación 😭

Tardaré un poco en subir imaginas, me llevaron de vacaciones y el WiFi sólo anda en la escalera 😂.
¿Por qué el internet me odia? 💔😰




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