Observó los documentos que se encontraban sobre el escritorio, luego, dirigió su mirada al director de SHIELD sin creer lo que acababa de informarle. Volvió a concentrarse en la fotografía de un sujeto de musculatura fuerte dentro del hielo, buscando alguna falla de edición. ¿Cómo rayos había sobrevivido?
—Directo Fury, con todo respeto, ¿para qué necesitamos a un anciano icónico? —indagó, confundida, cruzando sus brazos a la altura de su pecho. Sarah estiró su cuerpo sobre el sillón, sin apartas sus curiosos ojos de quien había sido amigo de su padre hace muchísimos años.
Nick negó varias veces, frunciendo las facciones de su rostro.
—Dijo exactamente lo mismo de Iron Man —comentó el director. Sarah dejó escapar un bufido, elevando su anatomía del mullido y suave sillón—. Sólo procura no patearle el trasero, o bueno, no tan fuerte cómo lo has hecho con cierto arquero la semana pasada —la muchacha asintió con pesadez—. Ahora eres su entrenado...
—¿Qué? —chilló, moviendo sus manos de manera histerica, exagerando la situación al máximo— ¿¡Por qué no puede ir Romanoff!? ¿Por qué siempre me tocan los nuevos? ¡Es in..!
—Irás a las misiones de los próximos siete meses y decidirás quién será tu compañero.
Sarah frenó de golpe sus movimientos, observando atónita al director. Había logrado cumplir con su objetivo: participaría de las misiones de SHIELD contra quienes habían asesinado a su familia. Sonrió de manera interna.
Luego de haberse retirado de la oficina de Nick, dirigió sus pasos hacia la sala de entrenamientos. Necesitaba atacar sin fallas las órdenes de Fury, serían sus primeras misiones de manera “oficial”, ya no se encontraría encerrada en la torre de control comandado a los agentes.
Adentró su anatomía al salón, topándose con un sujeto de cabellos rubios y unos ojos increíblemente azules, que la veían con inquietud. El famoso Steve Rogers estaba sentado en una de las bancas de concreto, esperando empezar de una vez con el entrenamiento.
—Señor Rogers, soy la agente Sarah Williams —la joven le ofreció su mano, en señal de respeto, que rápidamente fue tomada por el capitán. Sarah sintió un cosquilleo recorrer su cuerpo—, es un placer conocerlo.
—El placer es mío, señorita Williams.
....
Golpeó el saco de boxeo, a diestra y siniestra. Estaba completamente segura de que acabaría perdiendo la apuesta con Steve y que tendría que hornearle pasteles de chocolate por los próximos dos años. Se reprimió internamente por hablar antes de meditar sus palabras, pero era demasiado tarde para arrepentirse.
—Te harás daño —sintió que unos murculosos brazos le impedían continuar con su entrenamiento. Sarah le dedicó una amarga mirada a Steve, tratando de liberarse de su agarre—. Terminaras lastimando tus nudillos si golpeas el saco de esa manera.
Sarah asintió, apartando su anatomía unos metros. Sus nervios se encontraban en su punto más alto y aquello la incomodaba.
—¿Con cubierta de crema o algo especial?
Steve comenzó a reírse a sonoras carcajadas, dejando confundida a la joven. En un abrir y cerrar de ojos, se encontraba rodeada por los formidos brazos del Capitán América. Unos segundos después, sintió los labios del rubio sobre la piel de su mejilla.
—Olvidemos el asunto —comentó el rubio, demostrando una agradable sonrisa— ¿Quiere ir a cenar conmigo, señorita Williams?
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coraline34 espero que tu cita sea agradable 😏mi segundo imagina en menos de 24 horas 🌚
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→marvel's one shots←
FanfictionHistorias cortas e imaginas sobre nuestros héroes favoritos. Advertencia: Posibles spoilers. 24-01-2017: #97 DE TODO. 15-02-2017: #32 EN HISTORIA CORTA. 24-02-2017: #47 HISTORIA CORTA