→marvel's one shots←

Pietro Maximoff.

—¡Ya! ¡PARA! —vociferó en tono enojado Zoe, frenando de lleno a mitad del pasillo— ¡Jodido serás, Pietro!

Escuchó las risas del mejorado hacer eco por toda la Torre. Se cruzó de brazos, mostrando un semblante serio y continuo sus pasos hacia el laboratorio. Eso de practicar para ser la ayudante de Bruce Banner no le era fácil, y el sokoviano no ayudaba.

Desde que Ultrón había pretendido apoderarse de la Tierra, y los Vengadores lo detuvieron, Zoe Evans vivía junto a sus héroes en la enorme torre de control. Luego de haber sido utilizada como experimento ilegal por parte de la asociación nazi, HYDRA, se unió al bando contrario, esperando buenos resultados.

—¡Eres un idiota!

Los gritos no cesaban, colocándole los cabellos de punta a cada uno de los demás habitantes.

—¡Lo dice la niña que habla con los animales! —contraatacó el rubio—. ¿Qué? ¡Es la verdad!

Zoe estalló de nuevo a sonoras carcajadas, comenzó a descender su cuerpo, sin frenar las risas.

—¡Genial! Ahora se comporta como una demente... —murmuró Pietro, alzando sus manos hacia arriba—. Por favor, iumínala o llevatela.

—Eres odioso —argumentó entre risas. Zoe volvió con su mirada sobre el muchacho—. El tinte quedó mal, se ven tus raíces.

Pietro le dedicó una mueca de ofendido, colocó una de sus manos sobre el corazón, dramatizando aún más la escena.

—Ahora me llamas teñido. Zoe, estás mal de la cabeza.

La susodicha se encogió de hombros. Restándole importancia, de elevó de un salto. No tardó en caminar hacia la sala principal, sintiendo los pasos del Maximoff.

—Zoe. Zoe. Zoe. ZOE —llamó, en tono infantil. Aquello provocó una queja por parte de la morocha.

Un control remoto le pegó en la cabeza a Pietro, haciendo que comience a sobarla.

—¡Te callas!

—Zoe Evans, ¿sales en una cita conmigo? —preguntó,mostrando su mejor sobrisa.

La joven quedó en shock. Sin dejar que sus ojos se muevan de la anatomía del mejorado.

—Primero, me jodes; luego, te quejas; me llamas demente y finalmente, me pides una cita —enumeró, con el cejó fruncido—. O cambias tu actitud, o pensaré que eres mujer —se volvió hacia el joven—. Sólo diré que sí porque hay comida.

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Imaginación, ven a mi 💔.

¡Hola, cupcakes! Gracias a todos por todo, tienen un lugar en mi corazón 😂.

Quedan abiertos los pedidos 😊.