Charlotte se removía nerviosa en su asiento, no encontraba una postura cómoda para observar el laboratorio. Su mente se concentraba en demostrarle memorias antiguas sobre sus aventuras junto a Steve y Bucky, sus mejores amigos.
«-¡Lottie!
Los gritos masculinos de sus mejores amigos no la detendrían, no en aquella calurosa tarde de verano de 1929.
El grandulón que la observaba desafiante se habían atrevido a calificar a su familia como "alemanes asquerosos". Esa frase sacó completamente de quisio a la muchacha, quien estaba acostumbrada a recibir insultos, pero nadie se metía con su familia.
-¿Qué nos va a hacer, señorita alemana? -indagó, burlón, el chico a quien ignoraba el nombre.
Charlotte elevó su mano y sin más preámbulos, golpeó la mejilla derecha con su mano. Al instante, la zona afectada, se colocó de color rojizo.
-¡Maldita! -vociferó uno de los acompañantes del formido chico al cual acababa de golpear.
Steve logró sacarla de allí antes de que terminara siendo golpeada»
No prestó atención a las palabras que formulaba el general. Sólo observaba a un punto perdido de la habitación.
«Caminaba despacio por las calles de Nueva York, Steve la acopañaba en aquel paseo matutino que Charlotte realizaba dos veces a la semana. Su misión era reponer lo que hacía falta en las alacenas de su hogar.
-¿James ya se ha alistado para el ejército?
La muchacha asintió apenda. Uno de sus mejores amigos acababa de ingresar al ejército, pese a las plegarias de sus compañeros.
-Espero que los Estados Unidos no se sumen al campo de batalla de Europa -argumentó Charlotte, amargamente-. Primero mi padre y mi hermano; ahora, Bucky.
Steve la abrazó de golpe, prestándole su hombro para que desahogue las penas marcadas por la guerra. El rubio le quitó las últimas lágrimas que bañaban sus mejillas.
-Lottie... -incocientemente, ambos acortaron la distancia, uniéndose en un delicado beso de jóvenes inexpertos.
Días más tarde, su dolor se agravó cuando le notificaron que Steve Rogers había ingresado al campamento militar para probar su suerte en el ejército»
-¡Steve! -los gritos de la agente Carter la sacaron de sus pensamientos.
Sus ojos se dirigieron a la cápsula en medio de la habitación. La luminosidad que emanaba dañaba su vista, sólo se escuchaban las quejas de dolor del rubio. Elevó su cuerpo del asiento.
-¡Apágala, Stark! -vociferó desesperada, mientras cubría su vista con sus brazos- ¡Apágala!
-¡No! -se escuchó por parte de Steve.
El corazón de Charlotte se aceleró, temiendo por la vida del muchacho. De pronto, la luz de extinguió. Unos segundos más tarde, la cápsula se abrió, dejando a la vista a un Steve un poco más diferente de lo que recordaba.
El nuevo Steve Rogers era mucho más alto, completamente musculoso y parecía un soldado dispuesto a ir a la guerra.
-¿Cómo te sientes? -le preguntó Charlotte, mientras lo ayudaba a estabilizarse.
-Más alto -respondió, burlón, sacándole una sonrisa a la muchacha. Steve se inclinó y le depositó un beso en la frente para tranquilizarla.
Fue la última vez que Charlotte logró ver a Steve con vida. Antes de finalizada la guerra la terrible noticia de que sus familiares y amigos no había sobrevivido la demolieron por completo.
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En menos de 24 horas voy escribiendo cuatro 😆.Quedan abiertos los pedidos, cupcakes 💞.
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→marvel's one shots←
FanfictionHistorias cortas e imaginas sobre nuestros héroes favoritos. Advertencia: Posibles spoilers. 24-01-2017: #97 DE TODO. 15-02-2017: #32 EN HISTORIA CORTA. 24-02-2017: #47 HISTORIA CORTA