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loki laufeyson;

Dejó su lectura, apoyando el tomo sobre sus sábanas. Quedó observando la estantería que colgaba de la pared, donde se hallaban las fotografías de sus padres, hermanos y amigos más íntimos. Extrañaba la presencia de todos ellos: las reuniones en el hogar de sus abuelos, los interminables paseos en bicicleta junto a su padre, las clases de bordado con su madre.

Un par de rebeldes lágrimas se delizó por sus rosadas mejillas. Esas memorias provenían de un pasado lejano, al cual no volvería jamás.

Unos golpes en la entrada principal de su departamento la sacaron completamente de su trance. Parecían desesperados. Alissa se cuestionó quién estaría fuera de su hogar a las tres de la mañana.

Al abrir la puerta de madera, dejó expuesta la anatomía de un hombre se encontraba a espaldas. Alissa acomodó sus gafas, percatándose de que se trataba de Loki, mejor conocido como el dios del engaño.

—Te has confundido de edifico. Tony Stark vive a unas cuadras se aquí, en la torre lujosa —murmuró, evitando soltar un bostezo.

El de cabellos oscuros la inspeccionó durante algunos segundos. Una burlona sonrisa apareció en sus labios. La muchacha comprendió porqué de aquello, estaba vestida con un pijama floreado, sus gafas de lectura y una desordenada coleta.

—Oh, ¿quieres pasar? —indagó, apartándose.

Loki se adentró en su departamento. Alissa se recriminó por no haberse tomado el tiempo necesario para acomodarlo, las constantes misiones e investigaciones le dejaban un escaso margen de horas para ella misma.

—Lamento la interrupción. Vengo en busca de unos documentos para el proyecto... ¿terrón 65?

—En mi defensa —comentó, elevando sus manos para mostrar inocencia—, eran las cuatro de la madrugada y mi estómago necesitaba algo de comida —apoyó su cuerpo contra un mueble antiguo que adornaba la habitación—. ¿Por qué debo darte esos documentos de suma importancia a ti? Le he comunicado a tu hermano que personalmente los entregaría en la reunión de mañana.

Alissa cruzó sus brazos a la altura de su pecho, frunciendo su ceño.

El dios dejó escapar un pequeña carcajada. Revolviendo los bolsillos de su pantalón, le entregó una hoja arrugada, la cual contenía una caligrafía exactamente igual a la del director de SHIELD.

—¿Cómo sé que no es un truco? —insistió, dejando caer el trozo de papel al suelo.

—¿Por qué no confías en mí?

Alissa le dedicó una mirada, suspirando. Reprimió sus enormes ganas de golpear su varonil y sensual rostro con sus manos.

—Tengo mis razo...

Sus palabras se vieron interrumpidas por los labios ajenos. Al principio​ Alissa se mantuvo estática, sin entender que ocurría. Luego, relajándose, continuó con la cálida unión.

—Confía en mí, Aly —susurró, acariciando las sonrojadas mejillas de su compañera.

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Reader-Aline espero que te guste ❤