steve rogers;

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Nueva York, una maravillosa ciudad. Un deleite para las preferencias de Phoebe, que las habría degustado en una ocasión diferente.

La muchacha aferró sus dedos alrededor de la manija de su maleta y comenzó a abrirse paso entre la muchedumbre. El agente Clint Barton le había informado que la buscaría en el aeropuerto inmediatamente luego de su llegada.

El servicio secreto de inteligencia británica la había enviado a territorio estadounidense en una investigación en conjunto con SHIELD. Su misión era recolectar cualquier tipo de información acerca del paradero de tres científicos alemanes fugitivos.

—¡Phoebe!

El llamado la devolvió a la realidad. Parado frente a su cuerpo se hallaba su antiguo compañero de misiones con una enorme sonrisa en su rostro. Phoebe no dudó instante en rodearlo con sus brazos.

—¿Dónde te habías metido todo este tiempo? —indagó Clint, colocando la maleta en el maletero—. Desapareciste sin dejar rastro.

Phoebe frunció sus labios.

—Apenas me dieron tiempo de juntar mis pertenencias. ¿Aún siguen en su búsqueda?

—Dile eso a tu hombre. Yo digo que dejemos en paz al pobre soldado y nos concentremos en destrozar HYDRA —la muchacha dejó escapar una carcajada— ¿Qué?

—¿Tratas de impresionarme?

Clint negó con un movimiento de cabeza, mientras apretaba el botón de encendido de la radio.

—Hay dos opciones en tu vida amorosa: te casas con Steve o te quedas solterona y amargada por el resto de tus días.

...

—¿Y Steve?

Phoebe acomodó su cuerpo en el sillón, observando a los que se hallaban junto a ella en sala principal de las instalaciones. En el trascurso del día no había visto la presencia del rubio y aquello la preocupaba e incomodaba.

¿Y si Rogers no volvería al edificio hasta que ella no volviera al Reino Unido? Tenía motivos para detestarla, demasiados. Lo había abandonado luego del doloroso reencuentro con su mejor amigo, le había escondido cosas de su vida personal que lo pusieron en peligro, entre muchas otras.

—Con su novia Sharon—respondió Peter, jugando tranquilamente con su portátil.

El corazón de Phoebe se comprimió en su pecho. Reprimió las crecientes ganas de dejar que las lágrimas que se acumulaban en sus ojos recorrieran sus mejillas. Una pequeña sonrisa fingida asomó en sus labios.

—Bien, ¿qué es lo que proponen para comenzar con la búsqueda?

Anthony empezó a explicar, con lujo de detalle, el plan de la misión. Phoebe no lograba concentrarse en sus palabras, ¿por qué de todas las mujeres del mundo debía elegir a Sharon Carter? Incluso que saliera con Natasha le hubiera dolido menos.

—Lamento la tardanza..

La voz de Steve resonó en la habitación. Phoebe ni siquiera elevó su mirada, no se encontraba mentalmente preparada para intercambiar gesto alguno con su, ahora, ex pareja.

—¿Quién quiere cenar? —preguntó Tony.

...

—Phoebe, ¿puedo hablar contigo?

Un escalofrío recorrió la anatomía de la muchacha. Durante la semana transcurrida desde su llegada, apenas habían intercambiado saludos de cortesía. Phoebe evitaba cualquier situación incómoda con simples excusas y escabulléndose a su habitación.

Giró sobre sus talones, enfrentando al de cabellos rubios:
—¿Qué sucede, Rogers?

Instantáneamente se recriminó por haberlo llamado por su apellido. Lo hacía cuando se hallaba enfadada con él y Steve la conocía a la perfección.

—¿A qué se debe tu enfado? Desapareciste de la faz de la tierra en segundos, sin explicación ni despedida, ¿no crees que yo debería estar enojado contigo?

La joven frunció sus labios, cruzando su brazos a la altura de su pecho.

—¡Ellos querían asesinarte! —exclamó, minutos después.

—¿¡Sabes el maldito infierno qué fue estar sin ti durante tres años!?

—¡Tienes a Sharon, Rogers!

—¡La única mujer en mi vida eres tú!

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CookieSoralEvans 🌚

¡es el shot número 150! 🙋

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