→marvel's one shots←

erik lehnsherr;

Cubrió su rostro con sus delgadas manos, tratando de ahogar la frustración. Frente a sus ojos se hallaba una infinidad de documentos que debía revisar para el día siguiente. Debía entregar un informe detallado a su jefe a primera hora de la mañana.

Dejó escapar un suspiro al percatarse de que faltaban partidas. Daisy se recriminó internamente por haber olvidado su bolso en el instituto de su primo, seguramente aquellos documentos se encontraban ahí dentro.

—¿Charles?

Apoyó el auricular del teléfono sosteniéndolo con su hombro derecho, mientras continuaba leyendo los papeles y marcando con una pluma los puntos más importantes.

—No —la cansada voz de Erik resonó en la desolada habitación—, Charles está en una importante reunión. ¿En qué puedo ayudarle, señorita McCall?

Frunció sus rosados labios con desesperación y algo de disgusto. Lo que menos deseaba era entablar una conversación con aquel sujeto.

—En irte derecho al infierno —murmuró, tomando el artefacto entre sus manos para colocarlo de nuevo en su lugar y finalizar la comunicación.

Unas sonoras carcajadas se escucharon del otro extremo, provocando que el corazón de la muchacha latiera con mayor velocidad.

—Cariño, tú eres el infierno.

Las mejillas de Daisy se transformaron en dos tomates. Aguardó unos segundos al responder, anhelando que sus nervios no la traicionen. Detestaba que Erik Lehnsherr fuera tan atractivo.

—Avísale a Charles que pasaré por el instituto mañana a primera hora —comentó.

—¿Y si el mensaje se pierde? —indagó, Erik.

Daisy bufó. Si llamaba nuevamente, su primo la recriminaria por este despierta hasta altas horas de la madrugada y acumular trabajo.

—Treparé hasta tu habitación y te patearé el trasero mañana a primera hora.

—Estaré esperando tu visita. Descansa, cariño.

Su corazón golpeó abruptamente contra su caja torácica.

—Erik, ¿te encuentras bien? —preguntó, esperando a que la última frase murmurada por el hombre fuera una alucinación.

—No te preocupes por mi. Buenas noches, cielo—luego de esas palabras, la conversación acabó definitivamente.

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hi! hello! 🙋

odio ausentarme, malditos profesores, maldito instituto 💔

abro los pedidos, porque quiero y necesito escribir. Además, les debo el regalo de Pascua (?)

¿quién quiere un Bucky bañado en chocolate? 🌚