Steve Rogers.

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Abrazó sus piernas para resguardar el escaso calor que aún conservaba su cuerpo. No sabía con exactitud cuánto tiempo era que estaba allí, encerrada en una gélida celda de concreto. Los minutos le parecían una eternidad.

Gruesas lágrimas caían por sus mejillas. Deseaba, con poca esperanza, que los Vengadores fueran a su rescate. Se encontraba débil. Jamás había pensado en una situación similar, Ameline sólo quería salvar a las personas, demostrarles el cariño que en su vida había recibido hasta llegar a la torre Stark.

—Señorita Hözier...

Se extremeció por completo. Escuchar aquella diabólica voz era volver al pasado, volver a ser blanco de las torturas de HYDRA, recordar cada mínimo "entrenamiento".

Dos soldados, vestidos con el típico traje que debían tener los uniformados en la asociación, la tomaron con firmeza. Ameline soltó una queja ante el agarre, seguramente le dejaría marcas en sus brazos.

Fue llevaba por los tétricos pasillos en dirección a una enorme puerta grisácea. Al apreciarla delante suyo, comenzó a forcejear, tratando de huir antes de que sea tarde. Nuevamente lo sufriría.

La sala no había cambiado ni un mínimo detalle. Todo estaba tal cual como recordaba en sus pesadillas, incluso la silla de tapiz negro en el medio.

—¿Por qué su aspecto es tan demacrado? —indagó su padre, furioso—. ¿Cuánto tiempo lleva encerrada en esa asquerosa celda?

Todos los presentes intercambiaban miradas. Ameline se removió, pero no logró demasiado ya que sus extremidades se encontraban amarradas a la silla.

—Dos meses, señor. Su amada esposa ha venido especialmente a cuidarla, pero la señorita se rehúsa a limpiarse y alimentarse —contestó el sargento Smith, su pesadilla en carne y hueso.

—Eres inteligente, Ameline. Utiliza tus dones para hacer el bien junto a nosotros.

La susodicha tensó la mandíbula.

—¡No llames dones a los estúpidos experimentos! —masculló con desagrado. Miró fijamente a su padre, tratando de demostrarle todo el odio que guardaba su corazón—. Ellos vendrán por mi. Te destruirán como lo has hecho con millones de vi...

Soltó un grito desgarrador. Unas cuantas agujas habían atravesado su piel. Su visión se debilitó.

[...]

Sus párpados se abrieron de golpe. Unos disparos ajenos captaron su inmediata atención. Trató de elevarse paro una mano se posó en su estómago, impidiéndole continuar.

—Eh, bella durmiente. Steve me dio órdenes estrictas de que te quedes aquí.

Parpadeo varias veces, hasta que la imagen se volvió nítida. Clint Barton se encontraba parado a un lado se la silla. Le dedicó una leve sonrisa, que le fue devuelta inmediatamente.

—¿Qué haces aquí, Légolas? —indagó— ¿Están todos?

—Pues, estamos salvando tu trasero, nadie durmió en estos dos meses. Todos te buscábamos, eres el alma del equipo —contestó,alegremente, mientras se apoyaba en uno de los tableros—; además de la niñera de mis niños. Nah, sólo los suicidas que extrañamos las noches de películas de terror, incluyendo a Thor, que sólo vino para volver s mirar Frozen.

Ameline dejó escapar una dulce carcajada. La alegría había vuelto a su ser. Ellos acudieron a su rescate, nuevamente.

La puerta se abrió rápidamente, mostrando a Steve seguido de Bucky, metros más atrás se mostraba la figura de Natasha.

El rubio no tardó en acercarse hacia ella, envolviéndola delicadamente entre sus brazos. Ameline observó, por sobre su hombro, las señas que los tres le enviaban para que ambos se besen. Pero una explosión arruinó el momento.

—Nosotros iremos detrás de ti —argumentó Bucky, cuando Steve cargaba la delgada anatomía de Ameline entre sus brazos—, por favor no la dejes caer.

—Ya, Frosty. Estaré bien.

[...]

—¡Frozen! —exclamó Ameline, provocando de toda la sala quedara mirándola—. ¿Qué? ¡Oh, vamos! Todos ustedes quieren ver a Thor cantar.

—¡Lo que queremos es que beses a Steve! —gritó Tony desde la cocina.

Sus mejillas se tiñeron de un color carmesí, al igual que las del soldado rubio. Natasha no tardó en empujarla para que quedara más cerca de Steve. Él no se demoró en tomar su rostro entre sus manos y depositarle un beso en sus labios.

La sala estalló en alegres comentarios.
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Aquí la segunda parte 😂😂.

Final feliz porque es Steve y bueno 😏

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Final feliz porque es Steve y bueno 😏.

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