clint barton;

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Lo observó reír con aquella nueva agente. Sus celos comenzaron a florecer en su pecho, y debió apretar sus puños para evitar golpearla. Sienna se encontraba sentada sobre uno de los muebles de la sala de entrenamiento, con sus ojos azules dirigidos a la “pareja”.

—Hey, ¿te encuentras bien? —indagó Natasha, llegando hacia su lado. La castaña asintió repetidas veces, colocando su mirada a cualquier parte del salón de entrenamientos—. No sabes mentir, Sienna.

La nombrada se recriminó internamente por no saber controlar sus emociones. La pelirroja apartó las armas que se hallaban sobre el mueble para luego tomar asiento al lado de su amiga.

—¿Por qué sigo enamorada de ese idiota?

Desde que había puesto un pie en las instalaciones de SHIELD hacía ya más de cinco años, quedó completamente enamorada del arquero.

Pese a las numerosas conquistas de Clint, ella continuaba en su fantasía de que algún día él le respondería su amor. Parecía una pequeña niña de cinco años esperando a su príncipe azul.

—Solamente tú sabes la respuesta —Natasha se encogió de hombros, frunciendo sus labios levemente—. Lo que más me preocupa es que aún no le hayas pateado el trasero a esa rubia teñida.

...

Elejada de la realidad, Sienna caminaba por los extensos pasillos de las instalaciones de SHIELD, moviendo una de sus dagas entre sus huesudos dedos.

Tendría una importante misión en el continente europeo para desarticular uno de los tantos laboratorios de la organización nazi, HYDRA. A lo cual, se dirigía a la oficina del director Fury para que le asignaran a uno de los vengadores como compañero. Esperaba con ansias que fuera Natasha o Wanda, así podría mantenerse alejada del arquero.

—Agente Goldstein —nombró el hombre, tomando asiento en su particular sillón—, a pedido de Anthony Stark, su compañero será Clint Barton.

—¿Qué? —inquirió, esperando a que las palabras del director sean una maldita broma— ¿No puede ser Natasha? ¿Wanda? ¿Sam?

Cada agente fue negado por Nick, quien mantenía su firme postura. Debía ser compañera de la persona que le había robado el corazón. Y sin querer discutir más, se retiró a su habitación a alistarse.

Cinco horas después, se hallaba sobrevolando el océano Atlántico junto a su compañero. Sienna se había dedicado el viaje trascurrido hasta el momento a ignorar completamente al castaño y concentrarse en las pésimas condiciones meteorológicas.

—¿Te encuentras bien, Sienna? —indagó Clint, provocando que el nerviosismo comenzara a aumentar en la anatomía de la muchacha.

—Sí.

—¿Segura?

Ante la insistencia, le dedicó una mirada y comprobó que él se encontraba observándola fijamente.

—Ajá. ¿Por qué no lo estaría? —preguntó, encogiéndose de hombros, restándole importancia a la conversación.

—Porque hace tres semanas, dos días y seis horas que ignoras mi presencia —los ojos azulinos de la muchacha se abrieron asombrados, pretendió emitir una palabra, pero el arquero rápidamente continuó con su respuesta—. Duele que sonrías con Steve, que cures a Bucky o que pases largas horas charlando con Tony en el laboratorio. Pensé que dándote celos podría hacer que te des cuenta de que existía, pero me di cuenta de que debía acercarme a ti y no ser un maldito cobarde.

La cabina de control quedó sumida en un absoluto silencio. Sienna mantenía sus manos firmemente aferradas a las palancas de cambio, tratando de procesar las palabras que había salido de la boca de Clint.

—Sabes Barton, eres un idiota. Pero eres mí idiota y no lo podrás cambiar —elevó las comisuras de sus labios, dedicándole una amplia y sincera sonrisa.

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CataBarton espero que te guste 🌚


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