steve rogers;

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—Deberías hablar con Steve —murmuró Natasha, señalándolo con la mirada.

Daphne, de manera discreta, también dirigió su vista hasta el sujeto rubio que parecía disfrutar de la animada fiesta de Anthony. Rápidamente volvió a observar su copa de vidrio repleta de un liquido color colorado.

—No —negó, acompañando sus palabras con varios movimientos de cabeza—. No quiero acabar con nuestra relación amistosa por un simple enamoramiento —Natasha le dedicó una morisqueta de desaprobación— ¿Qué?

—Eres exactamente igual a ti hermano —comentó la pelirroja, finalizando con la limpieza de los recipientes de vidrio pertenecientes a la barra de bebidas—, ninguno de los dos planea salir de su zona de confort.

Daphne se encogió de hombros. Tal vez Natasha tenían razón: no se permitía experimentar sentimientos nuevos o extraños. Siempre se mantenía dentro del mismo margen y dentro de una rutina diaria de lo más monótona. Encerrada en el laboratorio, investigando o inventado dispositivos innovadores para ayudar a los vengadores.

Unas horas más tarde, las carcajadas de los presentes producían un eco en cada rincón de la sala. Clint Barton, volvió a sentar su anatomía en el sillón, avergonzado. El siguiente en probar suerte para lograr elevar el “Mjolnir” de la mesa, fue Bruce, quien también se vio obligado a abandonar dicha tarea.

Daphne le dedicó una rápida mirada a su compañero Steve, indicándole que debería ser el siguiente en tratar de cumplir con el reto.

—¡Vamos, anciano! —exclamó, ganándose un guiño por parte del capitán.

Las mejillas de la muchacha rápidamente se tornaron de un color carmesí. Natasha giró su anatomía hasta la morocha, haciéndole algunas señas y movientos de manos que resultaban completamente incomprensibles para Daphne.

Las carcajadas de Thor interrumpieron su conversación:
—Nada, Rogers —una mueca de decepción adornó el rostro del nombrado— ¿Daph, te animas?

Elevando su cuerpo del mullido sillón, se acercó hasta donde se encontraba el martillo. Luego de analizar la situación por algunos segundos, se le ocurrió la brillante idea de llamar a Thor.

—Si no lo levantas, tendrás que besar al anciano —informó Tony.

Daphne dejó escapar un suspiro de sus rosados labios.

—Thor, ¿puedes rodearlo con tus manos? —inquirió, frunciendo sus labios. El dios no tardó segundo en acatar la orden. Sin pensarlo dos veces, la muchacha se aferró al musculoso brazo del rubio y de un rápido movimiento el “Mjolnir” se encontraba elevado en el aire—. ¿Quieres decir algo, Stark?

—Sólo que debes besar a Steve —la muchacha le dedicó una mirada incrédula al millonario— ¿Qué? Sabía que harías algo inteligente.

—¡Ahora besense! —gritó Sam, desde un rincón, haciendo gestos pícaros con sus fracciones faciales. 

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volví después de una semana se sufrir por culpa de los trabajos atrasados y mi pie 😧

quien quiera una segunda parte comente aquí 😂

seguiré publicando cosas durante el fin de semana, porque quiero y puedo 😏💙

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