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peter parker;

La nocturna postal de la ciudad de New York con sus enormes rascacielos iluminados, según el criterio de Caroline, era espectacular. La muchacha de cabellos dorados podía pasarse noches enteras observando a través del ventanal de su habitación e incluso, en varias ocasiones, grababa aquella maravillosa vista en sus cuadernos de dibujo.

—Caroline, cariño, debes descansar —la voz de su padre adoptivo resonó a sus espaldas.

Los ojos de la joven vagaron hasta la  anatomía de Bruce Banner, quien se encontraba apoyado en el marco de la puerta. Esbozó una sonrisa y, acatando la orden, guardó sus utensilios de dibujo en sus respectivos cajones.

Alrededor de quince minutos después de que su padre se retiró, Caroline quitó las sábanas que cubrían su cuerpo y volvió a sentarse frente al ventanal, admirando cada pequeño detalle de la ciudad.

—¡Hey, rubia!

Un grito salió de los rojizos labios de la muchacha, quien, a causa del susto, apartó su anatomía a unos cuantos pasos del ventanal. Le dedicó una mirada fulminante a Peter Parker, mientras trataba de recuperar el aliento. El castaño no se había atrevido a soltar las carcajadas que se atoraban en su garganta: conocía lo suficientemente bien a la rubia como para saber que le proporcionaría un golpe en la nuca si se atrevía a reírse.

—¡Parker! ¡Son las dos de la mañana! ¿¡Qué haces colgado de la terraza a las dos de la mañana!? —exclamó en voz baja, histérica. Peter pretendió abrir su boca para formular una respuesta, pero la de cabellos rubios rápidamente continuo con su reprimenda— ¿¡Por qué no llevas traje!? ¡Podrías morir o peor, alguien podría descubrir tu ident...!

Sus palabras se vieron impedidas por los labios del joven. Las mejillas de Caroline se tiñeron de un color carmesí. Su corazón latía con tanta fuerza que la muchacha tuvo la impresión que se saldría de su caja torácica.

—¿Ahora me dejarás hablar?

Asintió con un movimiento de cabeza. Le dedicó una mirada llena de asombro a Peter. Debió reprimir una exclamación eufórica. ¡Peter la había besado!

—Quería venir a observar la ciudad junto a ti. Lo haces todas las noches, lo sé muy bien porque apareces en las mañanas con tu rostro adormilado contra el cristal —Caroline elevó una ceja en su dirección— Si es mutuo no es acoso —comentó Parker, elevando sus manos para mostrar inocencia.

—¡Yo no te acoso! —Peter frunció sus labios en señal de desaprobación—. Sólo te observo a la distancia.

—¿Es necesario utilizar binoculares? —indagó, burlón.

—No tengo vista de águila, Parker —respondió, encogiéndose de hombros, restándole importancia al asunto.

Una pequeña risita escapó de los labios de él. Peter le depositó un casto beso en la mejilla, a la vez que le indicaba el ventanal para que ambos observaran la ciudad, juntos.

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alisaSoler espero que te guste este pequeño imagina ❤