Apoyó su rostro contra el cristal de la celda, cansado. Desvió la mirada a su enrojecidos nudillos, donde lograba apreciarse la carne debajo de la rasgada piel. Sentía sus dedos entumecidos a causa de la gélida atmósfera de la habitación y los repetidos golpes que anteriormente le había proporcionado a una de las paredes.Sus numerosos intentos para romper en pedazos y lograr escapar de ese apestoso lugar, habían sido en vano. No entendía porqué los asgardianos estuvieron a favor de encerrarlo sin motivo alguno, incluso Thor. ¿Acaso todo era parte de una rigurosa planificación para acabar con los elfos oscuros? Sus hipótesis le indicaban que no, llevaba allí dentro por más de una semana.
—¿Tristán?
El nombrado elevó su temblorosa mirada, encontrándose al dios del engaño. Apartó rápidamente sus ojos y escondió su cabeza, dándole la espalda.
No pretendía ser descortés, pero sabía que no se hallaba lo suficientemente presentable para que uno de los príncipes de Asgard hablara con él. Además, continuaba enfadado con ambos.
Tristán había dedicado sus últimos años a entrenar arduamente hasta convertirse en uno de los agentes indispensable de SHIELD, también siendo uno de los hackers más utilizados por la organización. Había peleado para detener la invasión a su planeta por parte de los extraterrestres comandados por Loki, había centrado sus estudios en localizar las gemas del infinito para entender su funcionamiento e incluso él había llamado a Thor cuando Jane empeoró en su situación. Todo eso le había valido una semana de encierro en una prisión de un mundo fantástico.
—Tristán Black.
—¿Qué? —pronunció, tratando de mantener la tranquilidad y no comenzar a gritar maldiciendo a medio universo.
La respuesta por parte del príncipe tardó unos segundos en escucharse.
—¿Acaso no tienes modales, midgardiano? Debes observar al superior que habla, en especial, si es enviado a informarle que su condena ha acabado.
—¿Qué?
—¿“Qué”, es lo único que sabes pronunciar?
Tristán giró su anatomía, enfrentando Loki con timidez. Sus nervios aumentaban a cada segundo dentro de su estómago, provocándole enormes ganas de vomitar.
Las facciones del dios parecieron mostrar una señal de preocupación ante el estado demacrado de Tristán.
—No entiendo las normas que rigen en tu reino, pero podrían ofrecer mantas a quienes mantienen encerrados aquí —murmuró el de cabellos blanquecinos, ante la incómoda atmósfera que rodeaba a los dos—. O aumentar la calefacción.
De un instante a otro, la pared de cristal desapareció, causando que Tristán cayera de cara al suelo. Antes de que su rostro se estrellara contra el cemento, fue refugiado entre los brazos del dios del engaño, que lo envolvieron con delicadeza, como si se tratara de un muñeco de porcelana.
—Luces espantoso y también hueles espantoso, midgardiano.
Una tosca sonrisa asomó en los pálidos labios de Tristán.
No recordaba haber recorrido aquellos pasillos del palacio cuando Lady Sif se había ofrecido a enseñarle los sectores principales del lugar. Sus movimientos eran lentos y dolorosos, le costaba movilizar sus piernas sin que su cuerpo se inclinara en alguna dirección.
Frenaron delante de una gigantesca puerta de madera. Tristán comenzó a formular excusas en su mente para retirarse y escapar de la situación en la cual se hallaba metido. Escuchó una risita provenir de Loki.
—Ninguna te servirá para escapar de la realidad—comentó Loki, obligándolo a adentrarse en la habitación— Tus heridas deben ser curadas. Necesitas de un cálido baño, alimentarte como es debido y descansar en una superficie blanda.
El joven de cabellos blanquecinos quedó estático. ¿Se hallaba hechizado en una realidad alterna dónde Loki era un ser de bondadosa personalidad o estaba soñando?
—¿Te encuentras bien?
Recibió una mirada repleta de disgusto por parte del morocho.
Tristán sentó su anatomía sobre las mullidas sábanas, sintiendo como la felicidad invadía su interior. Por un momento, en su cerebro asomaron las posibilidades de que el dios del engaño correspondiera sus sentimientos, pero luego Loki le comunicó que hacía todo aquello acatando las órdenes de su madre.
—Aquí tienes el extraño accesorio que utilizas.
—Gafas.
Tomó el preciado objeto entre sus manos, estudiándolo unos instantes. Agradecía que Anthony Stark le hubiera inventado un artefacto que provocara que su visión mejorara y no tuviera que asistir a las misiones con sus gafas. Pero le resultaba molesto el sonido que emitía la máquina.
No tardó en quitarse el artefacto y colocarse sus gafas.
—¿Por qué?
—¿Disculpa?
—¿Por qué eres tan amable conmigo? Destruimos tus planes para la dominación del planeta. Incluso te golpeé cuando se presentó la oportunidad.
Loki también sentó su cuerpo en la cama, sólo manteniendo una distancia respetable de Tristán.
—He de reconocer que posees un don para cambiar mi opinión en instantes —murmuró el dios, manteniendo la mirada clavada en el rostro del joven—. Y también, que mis pensamientos fueron erróneos. Debí seguir lo que mis sentimientos me susurraban y no aferrarme a mis creencias.
—¿Y?
—Me he enamorado de ti, Tristán
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Polar2015 espero que te guste ❤
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¡Miles de gracias a todos ustedes! 🙋Se han ganado un lugar especial en mi corazón y también en el corazón de Bucky 😂:
pd: haré lo posible para enviarles a su héroe favorito en señal de agradecimiento 😉
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→marvel's one shots←
FanfictionHistorias cortas e imaginas sobre nuestros héroes favoritos. Advertencia: Posibles spoilers. 24-01-2017: #97 DE TODO. 15-02-2017: #32 EN HISTORIA CORTA. 24-02-2017: #47 HISTORIA CORTA