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Loki Laufeyson;

—No beberé ese invento midgardiano —Loki frenó sus pasos, provocándole un bufido a Janeth—, no es digno de ser bebido por mi. Además, ¿has visto lo qué llevo puesto? ¿Son prendas de vestir...?

La muchacha comenzó a contar los números naturales como método para evitar la violencia. El dios la observó sin comprender del todo esa anomalía.

Janeth decidió ignorar sus palabras y continuar su caminata hasta la cafetería más cercana al bloque de departamentos donde vivía. Estaba sumamente cansada, no había dormido en toda la noche. Su anatomía pedía a gritos un poco de cafeína.

La cafetería se ubicaba a dos cuadras de su departamento. Era pequeña y acogedora, con montones de mesas y sillas de madera para tomar el desayuno que allí se servía.

—Pruebalo —ordenó Janeth, extendiéndole la taza con frappuccino. Loki mantenía su postura, pero ante la severa mirada que ella le dedicó, prefirió acatar sus órdenes—. Te dije que era delicioso.. —murmuró, antes de darle un sorbo al tibio líquido—. No lo niegues.

—Es aceptable... —La joven rodó sus ojos, mientras continuaba dándole sorbos a la bebida— ¿Es normal llevar a la persona que “asesinó” a tu hermano por un café? —cuestionó, manteniendo fijamente su mirada sobre ella.

Janeth se encogió de hombros, mostrando indiferencia acerca de esa cuestión.

—Es parte del pasado, no es necesario reanudar esas memorias —dejó algunos segundos en silencio, antes de proseguir—. ¿Por qué quieres ver a Jane?

La pregunta produjo que se sumieran en un eterno e incómodo silencio. Comprendió que el dios no quería emitir palabra sobre ese tema en específico.

—Mm.. ¿tienes algún plan para el futuro? —cuestionó, deseando reanudar la conversación. Pareció tener éxito, porque Loki elevó su vista con un brillo especial.

—Obtener el trono de Asgard es uno de mis objetivos —respondió—. También Midgard —ante aquella declaración, Janeth trató de evitar atragantarse con la bebida—, sólo quiero proteger a los humanos de ellos mismo. Son como niños pequeños que necesitan un adulto responsable: se están destruyendo a sí mismos. Necesitan mi bondadosa guía y dirección... De paso, se me ocurren algunas mejoras para esta maravillosa inversión suya. Este “frappuccino” con un poco de hidromiel quedaría fantástico. Claro, ustedes no lo saben porque no los gobierno yo.

Janeth quedó algo atónita. Esa faceta desconocida de Loki la había impactado, sus palabras eran algo exageradas y alocadas pero era la cruda realidad.

—Fui la presidenta de la clase en séptimo año.Durante ese año, las personas acataban mis órdenes, los niños me aclamaban y hasta los profesores se inclinaban —relató con una espléndida sonrisa adornándole el rostro, pese a ser una gran dramatiación acerca de los hechos—. Tenía la responsabilidad de cuidar de mis compañeros y ayudarlos a mejorar la calidad estudiantil.

El dios parecía maravillado ante el relato, incluso se había atrevido a mostrarle una sonrisa a Janeth.

—Me asombra que la educación midgardiana hagan algo semejante. Así que, eres de la realeza—Loki aún conservaba ese brillo en los ojos.

...

Las horas transcurrían velozmente. Janeth y Loki se encontraban sentados dentro del bar conversando como si fueran amigos de toda la vida. Sus conversación iban desde anécdotas graciosas hasta opiniones acerca de sus mundos.

—Tal vez exageraste sobre cuando fuiste presidenta de tu clase —recordó el dios, mostrando una burlona sonrisa en sus labios.

La muchacha se sonrojó notoriamente, tratando de aguantar las carcajadas.

—¡Es mediodía! —exclamó, observando la pantalla de su teléfono móvil—. Será mejor que volvamos a mi departamento —elevó su cuerpo de la silla y se encaminó hacia la salida con rapidez.

Sus pasos fueron frenados por el brazo de Loki, que le impidió escapatoria rodeándola por la cintura. Janeth se giró, sin comprender aquellas acciones. Antes de lograr emitir palabra alguna, el dios había unido sus labios con los de ella.

—¿Janeth?

La susodicha maldijo por lo bajo, rompiendo el beso con el muchacho. Se volvió, enfrentando a su hermano mayor con la mirada.

—Phil... —murmuró, queriendo que la tierra la tragara— ¿Qué es lo que haces aquí?

El agente elevó una ceja, mirando de manera desafiante al dios del engaño. Janeth se acercó a su familiar con las mejillas rojizas y una morisqueta de inocencia.

—Te veo luego, Janeth —murmuró Loki, depositándole un beso en la mejilla—. Agente Coulson —el nombrado tensó la mandíbula y mantuvo una postura de enojo hasta que el morocho desapareció del lugar.
—¿Ahora sales con él? —indagó, molesto. Janeth negó al instante—. Bien, espero una muy buena explicación sobre esto, señorita. Vamos, tenemos que ir con Tony.

La joven asintió, comenzando a caminar hacia la salida con la severa mirada de su hermano mayor en su espalda. Apretó sus puños, al hacerlo, sintió que algo pinchaba su mano derecha.

“Hey, me quedaré en tu departamento hasta que pueda encontrar alguna información sobre la novia de mi hermano. Lamento si te traje problemas.
                           Loki”

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Lamento la tardanza 💔.
Trataré de terminar con todos los pedidos hoy ❤.

Pero quería decirles que rompí un Récord Guinnes 😎