stephen strange;

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Movió sus manos rápidamente, creando un escudo para evitar los golpes que el hechicero le enviaba. De un rápido movimiento, saltó al edificio continuo, evitando el ataque.

Karla se mantenía a una distancia prudente del hombre, ella apenas había sido una aprendiz y, según los rumores de sus compañeros y del mismo líder, Stephen Strange ya era considerado el hechicero supremo.

La caída del Ancestral les había proporcionado una leve ventaja a los seguidores de Kaecilius. Pero la llegada de el nuevo hechicero y guardián, simplemente les provocaba intranquilidad, en especial por sus habilidades.

La muchacha comenzó a realizar rápidos movimientos, creando una realidad espejo. Al menos tendría unos momentos para recomponerse.

—¿Por qué haces esto, Karla? —le indagó Stephen, persiguiendo a la castaña por la dimensión creada.

—¿Por qué haces TÚ esto, Stephen? —hizo en énfasis en el pronombre. Percatándose de que él se encontraba desconcentrado, con sus ágiles manos provocó un hechizo que afectó directamente al sujeto, haciendo que este cayera.
...

Luego de los sucesos transcurridos en Hong Kong, Karla había olvidado su etapa de aprendiz, dedicándose completamente a dictar clases de biología en una de las tantas universidades de Nueva York.

—Señorita Morales, hay un hombre que la busca —informó la secretaria, apareciendo en el despacho de la castaña— ¿desea verlo?

Las comisuras de sus labios se elevaron, formando una amplia sonrisa. Movió su cabeza lentamente, dándole a entender que estaba dispuesta a hacerlo.

Allí se encontraba él, Stephen Strange, con su particular semblante de superioridad. Ya no vestía la magnífica capa color rojizo, sólo unas prendas informales.

—¿Qué haces aquí, Strange? —cuestionó, sin rodeos, apoyando sus codos sobre el escritorio de madera, indicándole la silla continua a éste para que tomara asiento.

El tétrico despacho de la profesora se sumió en un profundo silencio, en el cual el hombre se había dedicado a observarla directamente.

—He venido a pedirte ayuda —respondió, causando una morisqueta de sorpresa en el rostro de Karla—, tenemos una amenaza que nos supera en número y poder, necesitamos refuerzos.

Los rosados labios de la mujer se fruncieron. ¿Por qué Stephen Strange le estaría pidiendo aquello después de todo lo que habían pasado?

—Pensé que jamás necesitarías mi ayuda.

Stephen se inclinó hacia adelante, esto provocó que la castaña comenzara a sentir que su nerviosismo aumentaba y que, prontamente, sus mejillas se iban a teñir de un color rojizo a causa de la corta distancia.

—Siempre te necesité, te necesito y te necesitare.

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_CumberBxtch espero que te guste ❤✨









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