→marvel's one shots←

peter parker;

Ir de compras con Natasha era algo que detestaba. La pelirroja comenzaba a probarse prendas y no acababa hasta que alguien de las instalaciones las llamara por alguna emergencia o los empleados del local les avisaran que estaban por cerrar. Pero, a causa de las recurrentes misiones, pasaban escaso tiempo de “hermanas” y Anne pretendía perder aquella tarde de invierno junto a ella.

Los minutos transcurrían con lentitud extrema. Anne se hallaba sentada en uno de los sillones de tapiz oscuro, frente a los probadores, esperando a que su compañera decidiera qué vestido compraría para asistir a una de las fiestas de Tony Sark.

—Iré por las botas rojas —comentó Anne, volviendo a posicionar sus verdosos ojos sobre aquel calzado.

—¿Completarás tu atuendo de "Georgie"?

Anne soltó una carcajada, y si responder la pregunta, se dirigió hasta las brillantes botas color carmesí que habían llamado su completa atención. Sin lugar a duda alguna, debía tenerlas en su armario.

Tomó el objeto, sintiendo como tironeaban del mismo en el extremo opuesto. Colocándose en puntas de pie, observó un cabello castaño oscuro desordenado y unos ojos oscuros que la miraban fijamente.

—Son de hombre —informó el muchacho.

En aquel momento lo identificó. Se trataba de Peter Parker, sino era él, era su hermano perdido. Para sorpresa de la muchacha, también traía puesto un sobretodo amarillo que lo protegía de la torrencial llovizna del exterior.

—¡Demonios! —exclamó, soltando las botas. Anne frunció sus labios, cruzando sus brazos a la altura de su pecho— ¿Puedo quedarmelas?

—¿Por qué me pides permiso? De igual manera te diría que no.

—Eras mi favorito, Peter—la joven escuchó un murmullo del otro lado y continuó—. Ahora me quedaré con Steve “sensualon” Rogers.

El joven apareció a su lado, dándole un buen susto a Anne. La muchacha llevó sus manos al pecho y le dedicó un dramática mueca.

Peter le dedicó una espléndida sonrisa, provocando que el corazón de la pelinaranja comenzara a latir con rapidez.

—¿Qué haces aquí, pecas? —inquirió el castaño, tratando de acortar la distancia que los separaba. 

—Comprar botas.

De un rápido movimiento, le quitó él calzado de las manos. Estuvo por partir hacia donde se encontraba la vendedora, cuando un brazo impidió su huida.

—¿A dónde crees que vas?

—A pagar mis botas.

Peter suspiró profundamente, acercando aún más su rostro al de la muchacha.

—¿Aceptarías una cita conmigo?

—Sólo si me compras las botas.

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¡he vuelto!
con inspiración, ropa nueva y un nuevo crush 😂

cuando encuentre mi laptop subiré los pedidos que faltan.

cambio y fuera ❤.