steve rogers;

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Observó a su compañero de reojo, detallandolo disimuladamente. Desde hacía unos meses, se había percatado que el capitán Rogers no se comportaba de la manera habitual, no saludaba y apenas intercambia palabras cordiales con ella.

Aquella situación le provocaba un profundo dolor en el pecho. De amigos cercanos, e incluso íntimos, habían pasado a ser dos personas completamente desconocidas. Steve apenas descansaba, pasaba las horas encerrado en su habitación e incluso desaparecía sin dejar rastro algunos.

Una parte de su cerebro le decía que dejara su preocupación de lado, seguramente Steve estaría ayudando a Bucky Barnes. Tratando de mantenerse alejada del asunto, volvió su mirada a los textos de un manual que había encontrado entre los cajones del avión.

—¿Podrías pasarme una taza de café? —indagó Steve.

Valentina asintió. Elevando su anatomía, se encaminó hasta donde se encontraba el capitán, y le depositó el pedido sobre él escritorio metálico. Por una milésima de segundo, las manos se ambos se rozaron, provocándole un escalofrío a la muchacha.

—Gracias, Val —el corazón de ella se aceleró al escuchar aquellas palabras. Una pequeña sonrisa asomó de sus rosados labios—. ¿Está interesante el manual de cómo abrir un paracaídas?

—Apenas trae ilustraciones y parecen hechas por Sam.

Las sonoras carcajadas de Steve llenaron la habitación. Durante esos preciados segundos, Valentina se sintió completa.

—Agentes, estamos por llegar a destino —informó una voz robótica por los parlantes ubicados en un rincón del laboratorio—. Sugiero que preparen sus equipos ante un posible ataque enemigo.

Valentina, acatando las órdenes de FRIDAY, colocó sus respectivas armas en su cinturón. Abrigó su cuerpo con una campera de cuerina falsa. Saliendo del pequeño cuarto que poseía para cambiarse y descansar, se dirigió a la habitación en la cual se encontraba Steve.

—Oye, Steve, ¿has visto..?

Sus palabras fueron interrumpidas por un disparo. La anatomía de la muchacha se tambaleó unos centímetros. Un dolor insoportable se hizo presente en su zona abdominal. Instintivamente, llevó sus manos al lugar de la herida.

Su mirada se elevó, encontrándose con una escena que jamás hubiera imaginado. Steve Rogers apuntándola con un arma, directamente a su craneo. En aquel instante en el cual los ojos de ambos conectaron, el corazón de la muchacha se desgarró por completo.

—Hail HYDRA

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Astrid_Allen espero que sea de tu agrado 💗

¡hola!
mi imaginación se ha ido de vacaciones, ¿alguien qué me recomiende algo para traerla de vuelta?

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