Historias cortas e imaginas sobre nuestros héroes favoritos.
Advertencia: Posibles spoilers.
24-01-2017: #97 DE TODO.
15-02-2017: #32 EN HISTORIA CORTA.
24-02-2017: #47 HISTORIA CORTA
—¿Qué demonios hace él aquí? —indagó Mely, tratando de mantenerse calmada.
Anthony le dedicó una mirada rápida a su compañera, antes de suspirar profundamente.
—Trabajará con nosotros.
Atónita, volvió a dirigir sus ojos al sujeto que se hallaba dentro de la sala de reuniones. Los cabellos azabaches le caían sobre el rostro dándole un aspecto desaliñado, sus vestiduras eran completamente humanas y aquello sorprendía a la muchacha. ¿Acaso sería una nueva faceta del dios o era un espectáculo teatral para dominar el planeta?
Dudó unos segundos en adentrarse al lugar. Sus compañeros de equipo tardarían en llegar, aún faltaba un buen rato para la hora en la cual se estipulaba que comenzaría la reunión.
El dios elevó su mirada, observándola atentamente hasta que Mely sentó su anatomía en uno de los sillones de tapiz negro. La habitación quedó sumida en un incómodo silencio, interrumpido por los sonidos de las computadoras en funcionamiento.
—¿Planeas trabajar para el equipo? —preguntó la muchacha, encendiendo su tableta portátil. Necesitaba asegurarse de que aquello no se trataba de una simple trampa.
Una sonrisa asomó en los labios del dios. Mely sintió que su estómago se revolvía.
—Me han informado que requieren de ayuda —respondió—. Al parecer la amenaza a su planeta proviene de un ser superior.
Mely suspiró, anotando las palabras en su tableta. Apenas lograba creerle, ¿por qué los ayudaría si detestaba hallarse entre ellos? Su ceño se frunció ante sus pensamientos y, volviendo a la realidad, lo miró espectante.
—¿Una excusa mejor?
Tragó en seco, los nervios la iban a traicionar en escasos segundos a causa de la penetrante mirada de Loki.
—He venido a protegerte.
Mely soltó unas sonoras carcajadas. Se colocó de pie, dispuesta a retirarse de la habitación. No podía continuar rodeada de un ambiente tan incómodo, tenso. La mano de Loki se lo impidió. Mely giró sobre sus talones, enfrentando con la mirada al dios.
—¿Por qué huyes?
Sus nervios aumentaron a una increíble velocidad cuando el hombre deslizó su mano por toda la extensión del brazo. El corazón de Mely amenazaba con salirse de la caja torácica, golpeaba contra su pecho a una velocidad que jamás había experimentado.
—Sólo quiero ir al baño, ¿si? —Loki le quitó unos mechones rebeldes que caían sobre su frente.
—Puedo leer tu mente, muchacha.
Las mejillas de Mely se colorearon de un color carmesí.
