peter quill;

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[días antes de estallar la guerra infinita]

—Recuerdame patearle el trasero la próxima vez que Strange diga algo —murmuró Layla, mientras sus ojos vagaban por su alrededor, atraída por la extrañeza de aquella remota ciudad del universo.

Steve soltó una carcajada, apoyando una de sus manos en el hombro de la muchacha para obligarla a continuar su camino por las calles pobladas de los seres más extraños.

—Tú fuiste la primera en comenzar a reclutar para que nos ayuden —le recordó el capitán.

Layla se encogió de hombros, mientras colocaba su total atención en tratar de hallar a los miembros del grupo heroico: “los guardianes de la galaxia”.

La misión que le habían encomendado era, comparado con las demás a las cuales había sido enviada, demasiado fácil. Consistían en reclutar a los guardianes y llevarlos al planeta tierra, ya sea por una forma buena o utilizando otros métodos.

Los dos integrantes de los vengadores se adentraron en un bar perteneciente a un hotel galáctico, atrayendo la mirada de algunos que se encontraban allí dentro.

—Segundo piso, habitación cuatrocientos setenta y seis —informó Layla, ayudándose con su mutación genética—. ¿Entramos haciéndonos los hippies pacifistas o les pateamos el trasero hasta el traslador para volvernos? —Thor le dedicó una morisqueta de pocos amigos—. Hippie es..

Layla empujó la anatomía del rubio hacia atrás, quedando escondidos gracias a la oscuridad del pasillos. Delante de ellos, un mapache parlanchín maldecía a diestra y siniestra llevando unas cajas.

—¿Quién anda ahí? —indagó el ser, acercándose peligrosamente hasta su precario escondite.

—¿Sr. Rocket? —inquirió Layla, aguantando las ganas de abofetear a Steve por delatarlos— Soy la agente Layla Potts, proveniente de la Tierra y él es mi compañero, Steve Rogers —no acabó de pronunciar palabra alguna que Rocket ya se encontraba riéndose— ¿Qué es tan gracioso? ¿Tener que aguantar a un anciano capitán de ciento y pico de años, en un viaje a través de millones de kilómetros luz, y a sus palabras: “no puedo permitirte que les patees el trasero?

—¿Por qué tanto alboroto?

Un hombre, a la vista completamente humano, apareció por la puerta de una de las habitaciones. Layla recibió una rápida mirada “seductora” por parte del sujeto.

—Dicen provenir de la Tierra —informó Rocket.

Un morisqueta de asombro se grabó en el rostro del hombre.

—Sr. Quill, ¿podría hablar un momento con usted? —Layla, sin esperar respuesta, lo apartó del resto y se llevó al fondo del pasillo—. Mira, estamos en grandes aprietos. Thanos prontamente invadirá el planeta y no tenemos los suficientes refuerzos como para impe...

Peter colocó ambas manos sobre los hombros de la muchacha, obligándola a tranquilizarse y continuar su relato sin hacer tanto barullo, por si hubiera espías en las habitaciones vecinas.

—Iremos a ayudarlos, al fin y al cabo es de donde vengo. Además, con compañeras tan guapas si da ganas de trabajar.

Layla agradecía la oscuridad del lugar, ya que sus mejillas se encontraban teñidas de un color rojizo.

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Neozsfnine espero que te guste ❤


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