Recorrió la habitación con su mirada tratando de hallar sus preciados auriculares. Rebuscó en cada rincón, cada estantería repleta de libros, debajo de los muebles, dentro del ropero, en los bolsillos de las prendas. Nada. Ni siquiera una pista.
Se dirigió a la sala de estar, esperando encontrarse con alguno de sus compañeros que la ayudara con la misión.
—¡Sam! ¡Peter! ¿Han visto mis auriculares negros?
El moreno y el adolescente, quienes estaban sumamente concentrados en la película animada que daban en la televisión, negaron con rapidez. Sin más tardar, decidió continuar con su búsqueda.
—Hey, Tat —saludó Clint, dedicándole una pequeña sonrisa a la muchacha de cabellos avellanas— ¿Qué sucedió que te ves tan desesperada?
La nombrada se encogió de hombros, saliendo rápidamente de la cocina. Su hermano no debía enterarse que había perdido el par de auriculares con cinco horas de uso y que aquel era el número catorce en lo que llevaba del mes.
Durante las siguientes horas del día, rebuscó y rebuscó exhaustivamente el objeto en cada hueco de las instalaciones de los vengadores. Había hecho un interrogatorio a todo ser que cruzaba en su camino.
—¿Te encuentras bien, Tat? —reconoció la voz de Steve, pero mantuvo su cabeza escondida entre sus brazos. Unas enormes ganas de llorar habían comenzado a crecer en su interior.
—La enamorada perdió sus auriculares por andar detrás del...
Las palabra de Tony se detuvieron abruptamente ante el repentino golpe que la muchacha le había proporcionado en la nuca. Sus mejillas se tiñeron de un color carmesí, avergonzada. Las miradas incrédulas de los miembros se posaron sobre Gabriela, quien rápidamente y a los tropezones se marchó del comedor.
...
Cerca de la medianoche, Gabriela sacó su anatomía, a rastras, de las suaves sábanas para dirigirse a la cocina. Necesitaba una rodaja de pastel con urgencia para continuar con el maratón de películas para solteronas que le había encontrado en una página de internet.—Lo lamento... —murmuró, al chocar con un desconocido cuerpo en medio de la oscuridad de la noche— Ay, santa madre.
Los azulinos ojos de Bucky la observaban con diversión, lo que provocó que a Gabriela le temblaran las piernas y su corazón comenzará a latir con mayor fuerza.
—¿Qué haces despierta a estas horas, Tat? —le inquirió el soldado, después de haber encendido el interruptor de la luz.
La muchacha sacó el pastel de chocolate que se hallaba en la heladera y cortó una rodaja considerable. Giró sobre sus talones para observar al hombre que se hallaba sentado en una de las sillas de la cocina.
—¿Quieres?
Bucky asintió rápidamente. Gabriela le acercó un platito de porcelana con un trozo de pastel.
—Vaya, está delicioso.
—Igual que tú —instantáneamente se recriminó por haber dejado escapar esas palabras de su boca.
“Torpe, torpe”, pensó, golpeándose internamente por pensar en voz alta semejante cosa. Bucky se había quedado mirándola fijamente, asombrado.
—¿Está coqueteando conmigo, señorita Barton? —preguntó Bucky, alzando una de sus cejas. Gabriela se vio obligada a morder su labio inferior para reprimir continuar diciéndole piropos—. Si continuas mordiendo tu labio, me veré obligado a invitarte a una cita. ¿Quieres una cita?
Gabriela asintió, sin ser capaz de abrir su boca para pronunciar un pequeño sonido.
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Slendergirl01 espero que te guste 💞
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→marvel's one shots←
FanfictionHistorias cortas e imaginas sobre nuestros héroes favoritos. Advertencia: Posibles spoilers. 24-01-2017: #97 DE TODO. 15-02-2017: #32 EN HISTORIA CORTA. 24-02-2017: #47 HISTORIA CORTA