→marvel's one shots←

bucky barnes;

El soldado Erik Jones había desgarrado completamente su hombro, a lo cual, debió hacer maravillas para mantenerlo con vida. Al menos tenía el acompañamiento de Adam, a quien había obligado a leer algunos libros de medicina que llevaba consigo.

Luego de dos horas, la herida no producía sangre, estaba desinfectada y saturada. El soldado descansaba sobre unas almohadas que tenían el aspecto de piedras. Adam se había quedado dormido en la litera continua con uno de sus libros sobre su pecho.

—Pequeña, ¿no quieres permanecer aquí? —indagó Arthur, una vez que ambos se hallaban afuera de la tienda—; mañana al amanecer te llevaré a casa.

—¿Y si bombardean de nuevo? Prometí que volvería..

Arthur sonrió ladino, observando a su alrededor. Ese era un gesto que siempre utilizaba cuando debía decir algo de suma importancia.

—Los enviaré a Suiza, no quiero que corran más peligro del que corrieron hasta ahora. Nos hemos dado cuenta que los nazis tienen algo importante en su poder. El regimiento de Stephan fue capturado, todos se hallan perdidos en acción.

Sus ojos se cristalizaron. No tardó en dejar escapar sollozos. Su hermano estaba posiblemente muerto a causa de esto.

Arthur la rodeó con sus brazos. Pese a los olores que emanaba su anatomía, sólo se dedicó a pensar qué palabras utilizarían para hablar con su madre y darle la horripilante noticia.

—¡Bormarderos alemanes! —vociferó un soldado.

Sus ojos se dirigieron al cielo, aviones alemanes se preparaban para hacerlos polvo junto con las pocas infraestructuras que quedaban de pie.
—¡Arthur, sácala de aquí! —los gritos desesperados del sargento Barnes resonaban en su mente.

Soldados moviéndose por el campamento con sus armas en mano. El ambiente cambió drásticamente en cuestión de segundos, cuando grupos alemanes comenzaron a atacarlos. La muchacha se reushó a abandonar a los demás, aunque el sargento y su hermano se esmeraban en planear como sacarla de combate.

Patearle el trasero a los alemanes no rellenaba el vacío de la pérdida de su hermano, Albert, pero ayudaba con el dolor. Sus ojos se fijaron en una extraña figura que se encontraba en el pecho de un soldado enemigo caído, un pulpo. Tomó la insignia entre mis manos, revisando cada mínimo detalle.

HYDRA.

....

El bombardeo, sumándole el ataque sorpresa, habían dejado numerosas pérdidas tanto humanas como materiales. Los soldados que quedaban se encontraban preparando sus pertenencias para dirigirse a una nueva posición de los aliados.

—No permitiré que vaya con nosotros, señorita Scheck —murmuró el sargento Barnes, adentrándose sorpresivamente bajo la carpa de la enfermería—. La han dejado malherida tanto físicamente como de manera emocional. Debe reunirse con sus padres...

Las palabras del soldado de vieron entorpecidas por los labios de ella. Si había algo que Adeline verdaderamente detestara era que las personas a su alrededor comenzaran a acatar ordenes a diestra y siniestra sin consultarle. Y no había pensado menor manera en hacerle entender eso al castaño, que besarlo.

—Lo lamento, sargento —susurró, sintiendo como sus mejillas comenzaban a teñirse de un color carmesí.

James Barnes se mantenía callado, sumido en sus pensamientos. La muchacha aprovechó aquello para escaparse. Se recriminó por haber provocado esa incómoda situación.

Un formido brazo se posicionó sobre su cintura, obligándola a girar sobre sus talones y enfrentar al castaño con la mirada.

—En verdad lo lamento.

—¿Qué diría tu hermano si le informan de que su sargento besó a su hermana menor? —inquirió él, luego de haber permanecido callado por varios segundos.

La mano del sargento acarició la mejilla de Adeline con suavidad. Acortando la distancia que los separaba, sus labios nuevamente volvieron a encontrarse.

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al fin logré volver 😂
después de cuatro días de tormenta, 92781282633 trabajos de la escuela y cumpleaños 😥