Historias cortas e imaginas sobre nuestros héroes favoritos.
Advertencia: Posibles spoilers.
24-01-2017: #97 DE TODO.
15-02-2017: #32 EN HISTORIA CORTA.
24-02-2017: #47 HISTORIA CORTA
La muchacha dejó escapar un suspiro de sus rosados labios. Sus ojos se dirigieron hacia los tres guerreros que se encontraban sentados en una de las tantas bancas de madera alrededor del campo de entrenamiento. Fandral, Hogun, Volstagg y Thor reían escandalosamente.
Sin tardar segundos, Eve apuntó con su arco a donde se hallaban los guerreros y sin dudarlo, dejó que una flecha salga disparada en su dirección. El proyectil quedó atascado en la madera, entre las piernas de Fandral, quien calló sus carcajadas y le dedicó una morisqueta pícara.
—¿Pretendes asesinarnos? —indagó Thor.
La joven se encogió de hombros, tomando sus pertenencias.
—Sí —afirmó, doblando su enorme capa de tonalidades grisáceas—. Lograré concentrarme si ustedes cuatro cierran sus bocotas.
La castaña giró su anatomía, encaminándose con rapidez hacia sus aposentos. No lograría conseguir su objetivo si continuaba entrenando con los demás guerreros, necesitaba silencio. Además de que la presencia del caballero de cabellos rubios aumentaba sus nervios y eso también contribuía a su desconcentración.
Unos formidos brazos rodearon su cintura, frenando sus acciones. Eve quedó confundida por algunos segundos, tratando de adivinar quién podría ser.
—Se ha olvidado algo, Lady Eve —aquella palabras salieron como un susurro, pues el espacio entre ellos era escaso.
Un escalofrío recorrió la anatomía de la joven cuando el guerrero le depositó un casto beso sobre la piel desnuda de su cuello. Un repentino suspiro escapó de los labios de Eve, provocándole una diminuta sonrisa a Fandral.
Unos minutos después, ambos se encontraban sobre las mullidas sábanas que cubrían la cama de ella. Los gemidos de deseo y las respiraciones aceleradas eran lo único que se escuchaba dentro de la habitación. Los besos húmedos y la caricias que el de cabellos rubios le depositaba sobre su cuerpo desnudo aumentaban su deseo interno a cada segundo.
Eve jamás se había imaginado en aquella escena, en especial con él. Eran buenos amigos y compañeros de batallas desde pequeños, compartían secretos e historias y se protegían mutuamente. Era verdad que en los últimos meses había sentido una atracción hacia Fandral, pero mantenía el ideal de que era algo repentino.
—¡Fandral! —exclamó, cuando sintió como el guerrero se adentraba completamente en ella.
El nombrado, sin tardar tiempo, le depositó un delicado beso sobre sus labios, a medida que aumentaba la velocidad de sus movimientos.
