Save me - Capítulo 4

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|Tarde o temprano|

Volvía a ser feliz, Robert iba a casa cada noche, hablaban de cualquier cosa, cenaban, hacían el amor y él se iba a su casa, para extrañarse hasta el día siguiente, ese fin de semana, habían escogido como nido de amor el departamento de Robert.

Dinah suspiró satisfecha antes de abrir los ojos, se abrazó más al cuerpo de él.

–Buenos días, bella durmiente.

–Buenos días, hombre sexy –dijo besándole la línea de la mandíbula.

–¿Qué quieres de desayunar? –preguntó Robert. Dinah sonrió y se mordió el labio.

–¿Hablas de comida?

Robert rió.

–En estos momentos sí.

–Quiero...No sé, sorpréndeme –Robert le dio un beso corto y se puso de pie. Entró al baño a cepillarse y lavarse la cara. Salió de la habitación no sin antes darle otro beso a Dinah que seguía en la cama. Ella sintió euforia en su interior quería gritar o reír como histérica. También podía comenzar a brincar sobre la cama ¿y si cantaba en la ducha? ¿Sería excederse? Con senda sonrisa adornando su rostro, se puso de pie absolutamente desnuda y se metió en la ducha.

–Dinah para –se dijo al no poder dejar de sonreír. Vale, estaba feliz pero eso era mucho, reía como tonta y suspiraba a cada momento. Se enjabonó con calma y lavó su cabello, salió de la ducha, se cepilló los dientes con el cepillo del two-pack que Robert había insistido en comprar.

–Mierda, amo a ese bastardo –dijo poniéndose una camisa de vestir de Robert, agarró un peine de la gaveta y salió peinándose para besar a Robert porque necesitaba hacerlo–. Robert quiero un beso, y lo quiero ahora –dijo cerrando la puerta de la habitación. Se giró para ir rumbo a la cocina y por dos segundos su corazón se detuvo de forma absoluta.

Robert estaba de pie junto al sofá, pálido y con los ojos abiertos como platos. Dinah se bajó la camisa intentando tapar sus piernas, y Camila parecía no darle crédito a lo que veían sus ojos.

–Drew, en el cuarto tengo unos libros nuevos... ¿quieres verlos? –dijo Robert y ella se fijó en que Drew también estaba allí.

–Hola, tía Dinah –saludó el pequeño al pasar por su lado antes de entrar en la habitación como le había pedido a Robert.

–Mila ¿Qué... –Dinah no podía hablar.

–¡No! La pregunta no es qué hago yo aquí, sino ¿qué haces tú aquí? –preguntó Camila–. Aunque es bastante obvio.

Robert se pasaba las manos una y otra vez por el cabello.

–Mila... esto... ¡Mierda Dinah no tengo idea de que decir! –dijo él.

Camila se dejó caer con todo su peso sobre la silla que estaba tras de ella. Parecía que le costaba respirar, por supuesto, acababa de subir 4 pisos con una bebé dentro de ella de casi 6 meses de gestación.

–¡No puedo creerlo! –decía –. ¿Cómo no me lo dijiste? –el tono de Camila era recriminatorio. Dinah bajó la mirada. Robert fue hasta ella para abrazarla–. ¿Cómo?

–Mila no... no interpretes mal esto... Yo... –Dinah se abrazó a Robert. De repente Camila abrió los ojos asombrada.

–Estás con... ¿Estás con Bobby y Wathleen? –exclamó poniéndose de pie.

–¿Qué? –Dinah se quedó en shock, tartamudeando sin poder encontrar que decir–. ¿Darrell? –exclamó molesta–. Es obvio que el hombre que sospechaban que tenía es Robert, no Darrell. Te lo dije siempre.

Lie to me - Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora